En 2007, uno de los mejores ejercicios para la economía menorquina, se formalizaron 12.616 contratos en el sector turístico. En 2012 esta cifra bajó hasta los 8.909 contratos, lo que evidencia una caída de un 30 por ciento en apenas seis años.
Unos registros que se repitieron, algo más crecidos, a nivel autonómico. Y es que, según los datos publicados por el Observatorio del Turismo del Governs, en el Archipiélago la contratación por parte de las empresas turísticas se contrajo hasta un 54 por ciento el año pasado con respecto a 2007.
Este acusado descenso en el número de contratos tuvo una cruda traslación en las cifras del paro. En total, el año pasado se contabilizaron en Menorca 1.946 personas desempleadas en el sector turístico, una cifra histórica y a años luz de las 826 inscritas en 2007 en las listas del Servei d'Ocupació de les Illes Balears.
La comparativa arroja una variación dramática: en los últimos seis años el número de parados en la industria turística ha crecido un 136 por ciento.
En Balears los datos referidos al paro en este segmento de actividad son también funestos, si bien la diferencia porcentual no llega a alcanzar las tres cifras, como en el caso de Menorca. Así, el paro afectó a 17.253 personas en las cuatro islas a lo largo del año pasado, cuando en 2007 los inscritos en el SOIB en busca de trabajo apenas superaron los diez mil. La diferencia entre uno y otro ejercicio fue, por lo tanto, de algo más del 70 por ciento.
Dentro de estas estadísticas se contabilizan las categorías laborales de bares, cafeterías y restaurantes, establecimientos hoteleros, agencias de viajes, monitores de actividades recreativas y de entretenimiento y guías turísticos, entre otras.