La Coordinadora por la Defensa de Biniaiet Vell está decidida a llegar hasta la UNESCO para denunciar el proyecto para la construcción de una planta de tratamiento y reciclaje de residuos de obra en la finca de Biniaiet Vell, en el término municipal de Maó.
Hace un año, cuando el Ayuntamiento dio salida al expediente, la entidad que aglutina a los propietarios y arrendatarios de fincas agrícolas de la zona ya tramitó una denuncia en este sentido a través del Departamento de Economía y Medio Ambiente del Consell.
"A estas alturas todavía no hemos recibido respuesta del conseller Fernando Villalonga y nos consta que la denuncia continúa encima de su mesa", apuntó ayer Joan Pons, presidente de la Coordinadora.
Para evitar que vuelva a caer en saco roto los vecinos han decidido "dar un paso más grande" y presentar la denuncia directamente ante la UNESCO. Lo harán a lo largo de la semana que viene y alegarán los perjuicios que su construcción y puesta en funcionamiento puede causar en el entorno agrario, paisajístico y medio ambiental, así como en los bienes etnológicos y arqueológicos existentes en el predio.
La finalidad última es conseguir paralizar un proyecto que, consideran, puede ser contrario a los principios de la declaración de la Reserva de Biosfera.
Joan Salom, de la sociedad Bocayma Inversiones S.L., insiste, sin embargo, en que el proyecto cumple con toda la normativa en vigor, empezando por el Plan Director Sectorial para la Gestión de Residuos no Peligrosos de Menorca, siguiendo por el Plan Territorial Insular y acabando por la Ley 6/1997 del suelo rústico de Balears.
Todos estos instrumentos reconocen la posibilidad de construir instalaciones de esta tipología en suelo rústico común, siempre y cuando se reconozca su interés general y se realice y apruebe la correspondiente evaluación de impacto ambiental. Pero tanto el GOB como los vecinos defienden la idoneidad de ubicar un uso de estas características en una zona más degradada y con mejores accesos y servicios, como sería el caso del Polígono Industrial de Maó o, incluso, el de Sant Lluís, donde en su día se proyectó una instalación similar.
Más acciones
Ésta es solo una de las medidas que el colectivo decidió poner en marcha en la reunión mantenida el jueves en la que, además, se acordó presentar un paquete de alegaciones al proyecto, ahora en exposición pública, para que el Consell no acceda a conceder la pretendida declaración de interés general. "Haremos todo lo posible para pararlo", avisó el presidente de la Coordinadora que avanzó que tienen previsto reforzar la campaña de recogida de firmas iniciada hace un año contra el inicio de la tramitación por parte del Ayuntamiento.
Si bien todavía no ha trascendido el contenido de las alegaciones, los vecinos y también el GOB apelarán al incumplimiento del artículo 26 de la Ley de suelo rústico de Balears, según el cual la declaración de interés general "solo se podrá otorgar a todas aquellas actividades que, respetando las limitaciones que de acuerdo con los usos se establezcan, trasciendan los meros intereses individuales, sean compatibles con el grado de protección de la zona y, en caso de que supongan la construcción de nuevas edificaciones, resulten de ubicación necesaria en suelo rústico".
"Aquí no hay ningún interés general. ¿A quién quieren engañar? ¡Pero si las plantas que ya funcionan apenas llegan al 10 por ciento de su capacidad!", exclamó Joan Pons. De construirse, la nueva planta se sumaría a las tres ya existentes, dos de ellas en Ciutadella y una en Alaior.