Joves Empresaris concederá el Premio Innovem de este año a un emprendedor del siglo pasado: Pedro Montañés Villalonga (Alaior, 1907-1996). Fue el fundador de El Caserío, la primera fábrica española de queso fundido que consiguió situarse en el primer lugar del mercado nacional, lo que significó un gran impulso a la industria agroalimentaria insular y para el sector primario.
Joan Sánchez, delegado en Menorca de Joves Empresaris de Balears, explica que el premio se entregará mañana a su hijo, Matías Montañés, durante la inauguración de la feria Innovem, a las 19 horas en la Sala Multifuncional des Mercadal. "A parte de promocionar a los jóvenes emprendedores, con este premio no queremos olvidarnos del espíritu emprendedor que siempre ha estado presente en Menorca", afirma Sánchez.
El delegado de Joves Empresaris destaca que "la distinción tiene sentido en un momento como el actual, en que el sector primario necesita un impulso comercializador. Tenemos productos excelentes y hay que saber exportarlos al exterior".
El nuevo homenajeado se añade a la lista de galardones de Innovem, otorgados a Joan Taltavull (1817-1914), fundador de la Sociedad del Vapor Mahonés; a Jaime Mascaró, empresario del calzado; y a Carlos Ruiz Ponsetí (Maó, 1891-1953), fundador de una de las primeras fábricas de sumadoras.
Pedro Montañés Villalonga nació en una familia de Alaior de propietarios agrícolas. El 1926 obtuvo el título de perito industrial electricista en la Escuela Superior de Industrias de Terrasa. Su proyecto de final de carrera era un ascensor para subir a la Plaça Miranda desde el puerto de Maó, el cual intentó ejecutar en 1928. En 1928 regresó desde Barcelona a la Isla.
En Maó trabajó como representante de Rafael Rosselló, pionero en la venta de automóviles, a la vez que intentó mejorar la comercialización del queso. En 1929 a raíz de un viaje a Tolousse como encargado de la fábrica de Josep Codina, observó el progreso del queso en porciones en Francia. El 1930 presentó el proyecto de realizarlas con queso de Menorca a la marca "La vache qui rit", que declinó la oferta.
Entonces, Montañés fue a Suiza a visitar Kustner, un importante fabricante de maquinaria, a quien le llevó queso del almacén de Patricio Piris, un alaiorenc que lo distribuía a Barcelona a través de Domingo Massanés i Manuel Grau. Comprobada la viabilidad del proyecto, las tres partes se asociaron junto al abogado Francesc Orfila. En 1930 se constituyó la empresa con el nombre Queserías Flor de Menorca.
Pasadas las dificultades de la Guerra civil, el 1944 se constituyó Industrial Quesera Menorquina SA. A principios de la década de los años 50, El Caserío ya estaba introducido en los mercados catalán, valenciano y la zona centro y se amplió la fábrica. La empresa inició campañas publicitarias para crear la imagen de marca de El Caserío, que crecía imparable.
En 1964 ocupaba 150 trabajadores y los quesos ya se distribuían por todo el mercado nacional. El 1968 se lanzó el eslogan "De El Caserío, me fío", de gran impacto, y la empresa fue premiada por el trato a los trabajadores.
En 1980, el fundador dejó la dirección de la empresa a su hijo Matías. Pedro Montañés fue concejal de Maó, fue vicepresidente y presidente de la Cámara de Comercio. El 1992 el fundador de El Caserío recibió la Medalla de Oro de Balears. Falleció en 1996.Ç
Joan Sánchez Tuomala termina el mandato
Ésta será la última edición de Innovem para el delegado en Menorca de Joves Empresaris de Balears. Joan Sánchez termina el mandato de dos años, y por edad, le toca pasar el relevo al frente de la entidad en Menorca.
El próximo mes está prevista la renovación de la junta directiva de Joves Empresaris de Balears, en la que se decidirá el nombre de la persona que le sucederá en Menorca.
El mandato del empresario y emprendedor migjorner ha destacado por consolidar la feria Innovem y abrirla al mundo, con los contactos iniciados con Sillicon Valley, y la creación de El Plató de Joves.