El GOB alerta de que el sistema aplicado para la extracción de biomasa que se realiza en diferentes puntos de Menorca está convirtiendo lo que debería ser una actividad sostenible e interesante para el medio ambiente en una actividad puramente comercial que queda muy lejos de una actividad sostenible. Así, los ecologistas aseguran que "la explotación se realiza a partir de subcontratos de subcontratos, lo que hace que la empresa que actúa en el bosque tenga unos márgenes muy pequeños de beneficio, lo que se acaba traduciendo en un olvido de cualquier planteamiento de sostenibilidad y se convierte en la extracción del máximo de metros cúbicos de madera en el mínimo tiempo posible, y a costa de lo que sea".
El GOB muestra unas fotografías en las que se demuestra el estado en que queda el bosque tras el paso de las máquinas que extraen la biomasa. La entidad califica sus maneras como "malas artes", y destaca que las empresas responsables de estas prácticas "no están ligadas a la Isla y tienen una visión muy a corto plazo, puesto que las empresas que hacen extracción forestal en Menorca y quieren continuar haciendo este trabajo aquí, no actúan ni de lejos de este modo".
Además, desde el grupo ecologista denuncian que "a las empresas que trabajan para exportar biomasa no se les aplican para nada los mismos criterios que se exigen habitualmente a las empresas menorquinas, porque de otro modo resulta inexplicable comprobar la permisividad con la que se trabaja, totalmente inhabitual en Menorca".
Por último, el GOB entiende que los beneficios ambientales que podía suponer la extracción de biomasa, es decir, el ahorro de otro tipo de combustible fósil, se pierde cuando se opta por enviar la biomasa extraída en Menorca a otros puntos de Europa como Suecia o Italia a través de barco. Este medio de transporte utiliza combustibles fósiles, recuerdan desde el GOB.
De este modo, los ecologistas critican que la intención de las empresas que actualmente extraen biomasa en Menorca "no es gestionar el bosque ni prevenir los incendios, sino extraer la mayor cantidad de biomasa en el menor tiempo posible, aplicando criterios economicistas". En esta línea, desde el GOB recuerdan que para que la biomasa sea realmente un recurso renovable, "además de aplicar criterios economicistas hay que usar también criterios racionales de gestión".