Las tres cofradías pesqueras de Menorca presentarán la próxima semana a los responsables del Consell y del Govern un protocolo de actuación unificado para cumplir la normativa de pesaje, etiquetaje, trazabilidad y comercialización de productos del mar.
Así, cada uno de los puntos de primera venta ubicados en las cofradías, además de controlar las capturas (pesaje y etiquetaje) expedirán una nota de venta o documento de transporte en su caso en el que se identificará de forma específica al comprador real de la mercancía. Éste es uno de los acuerdos alcanzados en la reunión celebrada ayer en Maó entre los secretarios de las tres cofradías menorquinas, el secretario de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Antoni Garau, y el director de la lonja de Palma, Jaime Rado.
En Menorca tradicionalmente las descargas no se realizan en los puertos base y además se emplea un sistema de comercialización directa de las capturas, una práctica esta última que el proyecto de Real Decreto del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente prohibirá en aplicación de una directiva europea. Con la propuesta del sector, todos los productos que entren para su control en las cofradías serán documentados y en especial el comprador.
El sector denuncia que la normativa europea no atiende las especificidades de los puertos pequeños y plantea un mismo reglamento para las flotas que operan en un puerto industrial como el de Vigo que para las embarcaciones de artes menores de Fornells, dificultando sobre manera a las flotas pequeñas su adaptación a la norma. Menorca tiene además la singularidad de que carece de lonja de pescado a diferencia de Mallorca, donde se comercializa cerca del 80 por ciento de las capturas.
Cuestión de mentalidad
"En Menorca tradicionalmente el armador vende directamente su producto a los distintos compradores que además no son conocidos en el momento de la descarga del pescado y esto incumple la normativa", explicó ayer Garau. "En Mallorca se implantó hace nueve años un sistema de subasta electrónica a la baja que significó un cambio radical para el sector pesquero y para los compradores. Es cuestión de cambio de mentalidad que hace años hicimos en Mallorca y Menorca deberá adaptarse también" auguró.
"Reconozco que cuando propusimos a los compradores, en su mayoría pescaderos, el cambio nos hicieron huelga y estuvimos negociando los cambios durante más de un año, pero finalmente se creó la lonja", remarcó el secretario de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Antoni Garau