El martes se cumplen dos años desde que se formalizara un cambio histórico en el Ayuntamiento de Maó. La aplastante, y sorprendente incluso para ellos mismos, victoria del Partido Popular por trece concejales a ocho propició que Águeda Reynés asumiera la vara de mando tras una larguísima dinastía de alcaldes socialistas.
Han sido dos años de ajuste económico y de muchos cambios que han suscitado, casi todos, encendidas polémicas. Ni las procesiones se han librado. El ecuador del mandato coincide con una importante modificación en el equipo de gobierno propiciada en parte por el "regreso" de Simón Gornés tras su paso por el Govern, relegando a un segundo plano formal a uno de los grandes protagonistas, sino el gran protagonista, hasta este momento: Salvador Botella.
Se cumplen dos años de mandato coincidiendo con una remodelación del equipo de gobierno en parte propiciada por la destitución de Simón Gornés como conseller. ¿Estaba todo esto más o menos planificado de antemano?
Hicimos una primera remodelación antes de la salida de Gornés del Govern. Si lo hubiera sabido, si hubiera sido algo planificado, habría hecho solo una. Hay solo quince días de diferencia. La primera fue en el área de Comercio. Si las cosas funcionan no se tienen que cambiar, pero todo es siempre mejorable. Con la primera remodelación quisimos dar más fuerza al área de comercio, turismo e industria. Y no es que las cosas se hubieran hecho mal. En estos tiempos es primordial que el Ayuntamiento apueste por dinamizar la economía del municipio.
Y llegó Simón Gornés.
Lo supe un día antes de que se hiciera público. Simón Gornés ya estaba en el equipo de gobierno, con educación. Era una pieza muy importante, participaba en todo. Y fue una pieza muy importante de la candidatura, de la idea que teníamos entonces de equipo de gobierno. Fue un jarro de agua fría para mi cuando se tuvo que ir, aunque era el mejor conseller posible. No me opuse. El equipo de gobierno quedó cojo, y ahora coge más peso específico con él, aunque mantiene sus competencias. También tendremos más fuerza en las relaciones institucionales, por los contactos que mantiene.
En la primera parte del mandato ha tenido mucho peso Salvador Botella, de cara a la opinión pública y en temas que precisamente no han sido fáciles. ¿Ahora se intenta que Botella dé un paso atrás y que no tenga efecto electoral todo este desgaste acumulado? ¿Forma parte el cambio de una táctica de cara a las próximas elecciones?
No. No es una táctica. Salvador Botella tiene el mismo peso que tenía porque lleva unas áreas muy importantes, como servicios generales, movilidad, policía... Tiene el mismo peso específico. Como hizo Simón Gornés cuando yo fui la candidata, Botella ha dado un paso atrás por agradecimiento, que no lo es en protagonismo en el equipo de gobierno. Esto en este partido lo sabemos hacer. Cuento con él, como con todo el equipo. Le agradezco el trabajo realizado. Ha sido la pieza más importante de este equipo de gobierno, y lo seguirá siendo.
¿Habrá ahora un cambio también en la manera de actuar?
No. Aunque hay que tener en cuenta que en dos años ha cambiado la situación. Hemos hecho el trabajo más duro en esta primera mitad, conteniendo el gasto, revisando contratos, resolviendo cosas pendientes... Es algo que igual no se ve. Como el pago a proveedores, esto igual no se percibe en la calle. Cuando entramos se cobraba a 283 días, ahora se cobra a 70, que no es ni lo que estipula la ley. Queremos llegar a los 50 días. Estas cosas son muy importantes. Como la deuda. Cuando llegamos se debían 23 millones de euros, que a finales de año serán 18 millones. Debíamos más de 844 euros cada ciudadano en junio de 2011, y ahora mismo son 646 euros. Queremos eliminar deuda y seguir realizando inversiones con fondos propios.
Con esta deuda por ciudadano, pagando ahora el IBI, con lo que se paga, casi que nos la quitamos toda de encima. Se prometió en campaña una importante reducción del impuesto que no se ha producido.
Prometí que bajaríamos el IBI, que la gente no pagaría más que el año anterior, que pagaría lo mismo o menos. El primer año bajamos el tipo impositivo al 0,68, pero la deuda no permitió bajar más para compensar la revisión anual de los valores catastrales. En los dos años que nos quedan el valor catastral se multiplica por uno, por lo que cualquier descenso del tipo hará que baje el recibo. Estudiamos la posibilidad de bajar el IBI en los dos años que quedan. Yo quiero conseguir que cuando termine el mandato se pague menos IBI que el año en que entré.
¿Qué recortes han dolido más? ¿Los de las áreas más sensibles?
En el área social ha aumentado el presupuesto, dentro de la reducción general. Se revisó todo, pero ahora disponemos de un remanente de tesorería importante y, si todo va como esperamos, se podrá destinar este remanente a la deuda, al gasto corriente y a inversión.
¿Frustra no poder invertir?
Es muy frustrante. Aunque no dejamos de trabajar en la redacción de proyectos. Cuando la cosa dé la vuelta tenemos que estar preparados. No queremos que ocurra con el Plan E y gastemos en cosas que no son primordiales, como ocurrió con el estudio del Geriátrico que no se aplicó, los dos aparatos de videoconferencia que estaban en una caja, igual que los aparatos de información telemática... Haremos inversión, aunque sin endeudarnos.
Volviendo a los recortes. Sí se les acusó de recortar en atención domiciliara. La partida se redujo.
Fue para no pagar dos veces por el mismo servicio. Una vez la Ley de Dependencia empezó a pagar, esta ayuda no tenía sentido. Y se revisó. El anterior concejal del área, del PSOE, ya lo tenía previsto, pero no lo quiso hacer antes de unas elecciones. La partida ha bajado en 100.000 euros que se destinarán a otras cosas. Se han dado de baja del servicio diez o doce personas. Se puede hacer la política, la demagogia que se quiera con los servicios sociales, yo estoy muy tranquila. Nadie que se queda sin atender.
Habla de demagogia, de política. ¿Cómo cree que percibe el ciudadano estos debates de herencia recibida, recortes sociales...?
Quien trabaja en el área social se siente el caballo de batalla de la lucha política. Yo no quiero jugar con esto, aunque podría explicar muchas cosas que se hicieron mal. Se han mejorado muchas cosas, como el funcionamiento la Casa de Acogida.
Cambio de sentido. Tráfico. Una de las áreas que más opinión ha generado. ¿Hay un plan definido o se actúa ahora aquí, ahora allí, ahora pruebo, ahora rectifico...?
No nos levantamos un día por la mañana y decidimos cambiar el sentido de una calle. Hay estudios previos, informes... Y compromisos adquiridos del anterior equipo de gobierno, como en Camí des Castell. No se puede actuar en una zona sin tocar el resto. Hoy (el jueves) hemos recibido quejas por los cambios en Fort de l'Eau, pero es que las modificaciones necesitan tiempo. Sí, hay un plan, pero con este último cambio lo tenemos todo listo. No habrá más grandes cambios.
Las dos grandes pruebas, Explanada y puerto, no resultaron.
Y creo que no resultaron porque eran pruebas.
¿Y al ser una prueba se invalida por sí misma?
No se invalida, pero al colocarse señales provisionales... Si la gente ve que no es definitivo, no funciona. Reconozco que lo del puerto fue acelerado, aunque ha sido la manera de abrir el debate sobre el tráfico en el puerto. Es imposible que todos en el puerto estén de acuerdo, el consenso nunca lo tendremos. Ahora probaremos con las noches de música de los jueves. Aunque dijimos que no podríamos dinero, al final lo haremos, porque apuesto por un proyecto que ayude a revitalizar el puerto. Y pensamos en otras actividades. Pero no solo pasa por nosotros. En el puerto hay muchas cosas pendientes, y yo no tengo la gestión del puerto.
En estas pruebas no hubo consenso social, pero ¿a la hora de decidir no continuar con estas pruebas, hubo consenso en el equipo de gobierno?
Hubo debate.
¿Decidió la alcaldesa?
Sí. Siempre tengo la última palabra.
La primera polémica de tráfico fue Portal de Mar. ¿A la alcaldesa le gusta ver pegatinas amarillas por el suelo, jardineras aquí y allá, y coches pasando por espacios concebidos para los peatones?
No me gusta. Pero antes se hicieron unas obras irreversibles, y ante esto se tuvieron que tomar mejoras que no son las más adecuadas en estética y seguridad. No hubo otro remedio. No se puede girar Josep Maria Quadrado, por ejemplo.
Bajamos de nuevo al puerto. Dragado. ¿Ha dudado en el transcurso de toda la polémica?
No, ante todo debemos velar porque se adopten las mejores medidas desde el punto de vista medioambiental. El dragado es necesario. Un crucero tuvo que amarrar fuera, hizo buen tiempo y fue perfecto. Pero no nos podemos permitir perder cruceros. Y hay que procurar que los petroleros venga las menos veces posibles. Ahora vienen las mismas que antes.
¿Entiende la desconfianza hacia Autoridad Portuaria? La gente no se cree los informes de este organismo.
Para esto está la Fiscalía. Y el GOB puede denunciar lo que quiera, aunque por este motivo este año no tenemos el dragado hecho. Me interesé por el tema mucho antes de que saliera a la luz pública. Solo faltaría que por esta actuación se perjudicara otro punto de la costa. Soy la más concienciada en el tema.
¿Las relaciones con Autoridad Portuaria son buenas, fluidas?
Sí, y con el GOB. Con todas las entidades con las que me relaciono me tengo que llevar bien.
¿Me tengo que llevar bien?
Me tengo que llevar bien.
En el puerto hay más temas. Cala Figuera. Estamos liados. Los unos esperan a los otros, y viceversa. ¿Lo resolveremos?
Recientemente pedimos al presidente de Puertos del Estado que Cala Figuera salga del Plan de Usos del Puerto, y que no necesariamente la zona pase a manos de Autoridad Portuaria. Hay suficiente iniciativa privada para que se haga allí un proyecto interesante.
Caminaremos en este sentido. No quiero decir que Autoridad Portuaria no avance, no lo digo, pero sí tenemos muchos proyectos parados en el puerto, pendientes de Autoridad Portuaria, pendientes de resolver por distintos motivos. Siempre tenemos pegas con proyectos que pueden beneficiar el puerto, y como veo que también se puede enquistar éste, prefiero que se salga del Plan de Usos del Puerto.
El ascensor, ¿antes de Sant Joan?
Espero que sí. Creo que sí. Ha costado mucho. Agradezco el papel de todos los implicados. El ascensor es muy importante para esa parte del puerto.
No todo es malo en el puerto. Hay más ambientillo de cruceros. Es innegable. ¿Se ha constatado una mejora en el ámbito comercial?
Se puede valorar ya positivamente. Se ve. Y hay otro tipo de turistas, como los rusos. Hemos trabajado, he trabajado personalmente mucho en este sentido. Todo el mundo se pelea por tener cruceros. El crucerista gasta mucho en el destino, y con el "MSC Sinfonia" hay que tener en cuenta que Maó es el primer puerto en el que recala. Y esto se nota.
La cartera aún está llena.
Claro. Interesan todos los cruceros, pero estos sobre todo. Seguiremos trabajando. Incluso hay cuatro cruceros en un solo día en noviembre. Esto es muy importante en temporada baja. Los comerciantes están contentos, pero son prudentes a la hora de hacer valoraciones.
Los cruceristas pueden visitar la ciudad, y realizar una ruta para contemplar aquellos edificios ruinosos que prometieron erradicar en su programa electoral.
(La alcaldesa resopla)
La lista la sabemos todos. ¿Veremos alguno salir de la ruina en este mandato?
Trabajamos con el Govern para poder actuar en los Cuarteles de Santiago, para ubicar allí la Escuela de Adultos a través de los fondos Feder. El Hospital Militar es privado, y es la entrada principal de Maó. No es la mejor imagen para la ciudad. Soy autocrítica en este sentido, pero no está en nuestras manos solventarlo. Adecentaremos la zona. La tela no fue la solución. Parece que hay un proyecto pero no sé si se ejecutará. Sobre el 'Verge del Toro', le comuniqué hace pocos días a Manuel Yebra (gerente del IB-Salut en Menorca) que hay que hacer algo, y avanzaremos en este sentido.
Sala Augusta, andamios diversos...
Sí, los andamios de Ca n'Oliver ya se han retirado y los del antiguo edificio Firestone, ahora los quitarán. Hay que mejorar la estética de la ciudad. Esto cuesta mucho, más de lo que querría. No conseguimos todo lo que queremos.
¿Se esperaba tan poca agilidad? ¿Tiene una sensación de impotencia ante tanta lentitud?
Es algo complicado. En la Agencia Tributaria (donde Águeda Reynés trabaja cuando no es alcaldesa) teníamos la mejor base de datos y sistema informático de la administración. Esto se puede hacer. Y trabajamos para ello, para las licencias on line, para informatizar, hacer que todo sea más ágil. Si no pagamos a los proveedores a 50 días es por un problema de administración. Aquí se trabaja bien, que no se entienda mal, pero la cosa está así. Lo intentaremos cambiar. No es fácil.
Viene el verano y luego las fiestas. Algunos cambios en este aspecto generaron un profundo malestar. ¿Los volvería a hacer?
Si hubiera sabido que el cambio de fecha del pregón me generaría el desgaste que me generó, no lo hubiera hecho. No me pareció algo tan importante. Se hizo demasiado pronto. Y la presión social quizá fue algo desmesurada.
Los temas identitarios siempre generan reacción. ¿Hacía falta tocar tantas cosas, como la bandera, el nombre de la ciudad, aspectos de las fiestas patronales...?
La gente cuando votó el PP quería un cambio. No podíamos seguir haciendo lo mismo. Como con el topónimo. Pensamos siempre en positivo, lo mejor para el municipio. En cultura hemos recuperado tradiciones como la "bunyolada", la "castanyada", el "caramel·ler"...
Y han mantenido otras.
Lo que funciona no se ha eliminado, sería poco inteligente. Como Maó+Flors, y lo intentemos mejorar. Tenemos ferias, como la de este fin de semana de medio ambiente. Hemos querido potencias las ferias, y haremos una para comerciantes de Maó. Quiere caminar de la mano de los comerciantes.
¿Sabe la alcaldesa si se presentará a la reelección en 2015?
No depende de mi únicamente.
Pero si una no quiere...
Sí quiero. Lo tenemos que hablar, pero no ahora. Aunque cuatro años son pocos para realizar un proyecto.
Y cuando se presente de nuevo, ¿el topónimo será el mismo de ahora, tendrá alguna letra más en su versión catalana?
Nosotros hemos cumplido un compromiso, y hemos convertido en oficial lo que era normal y habitual en la calle. Hay un respecto escrupuloso por la ley, es con lo que se identifican la mayoría de los ciudadanos de Maó.
¿Pero habrá una consulta sobre la "h" en el nombre catalán?
En este mandato no, y en el siguiente tampoco sería oportuno. Así están representados todos los sectores de la sociedad mahonesa. Ya tenemos la "h" en el escudo. Yo lo dejaría así.
¿Ha ido a ver muchas veces el expediente urbanístico abierto a la vivienda de la alcaldesa, cuya existencia se conoció en plena campaña? ¿Se ha preocupado por ello?
Sí, sí, y tanto. He presentado el proyecto de legalización. Me expediente se ha puesto por delante de los otros que había.
¿Y eso?
Sí. Se utilizó en campaña una cosa iniciada por el simple hecho de ser yo candidata. Asumo mi responsabilidad, el expediente tiene que ponerse por delante de los demás y resolverse. Había unos sesenta expedientes de disciplina urbanística pendientes. Ninguno se hizo como se hizo el mío, ni se ha hecho ninguno más. Lo quiero solucionar este mandato. Yo solo me presenté como candidata. Creo que la gente me entendió en su día.
O al menos no les importó, vistos los resultados electorales.
No había ninguna denuncia que motivara el expediente. Se hizo por lo que se hizo. Si hay que derribar algo, se derriba.