En plena temporada turística, cuando las barcas más salen al mar, el puerto de Ciutadella no está completo. Ports de les Illes Balears sigue sin adjudicar la totalidad de los amarres que se crearon tras la salida del tráfico comercial del puerto interior. A día de hoy, y según informa la entidad portuaria, se han adjudicado 34 de los 54 puntos de atraque que se habilitaron con la reordenación. Es decir, hay 20 amarres sin dueño, vacíos.
Este será el segundo verano con los nuevos amarres en el puerto de Ciutadella, y de un año para otro, la evolución ha sido mínima. En julio del año pasado, este periódico informaba de que quedaban por adjudicar 27 de los nuevos amarres. Han pasado doce meses, y el número de puntos de atraque pendientes es de 20. Es decir, en un año solamente se han llenado siete nuevos puestos.
La gran lentitud en la adjudicación de estos amarres se debe, según fuentes de Ports de les Illes Balears, al seguimiento escrupuloso de la normativa que rige estas adjudicaciones. Así, cada una de las personas inscritas en la lista de espera para hacerse con un amarre dispone de seis meses desde que recibe la notificación de Ports para confirmar si está interesado o no en el punto de atraque. Cabe recordar que algunos de los inscritos en esta lista llevaban más de veinte años esperando, lo que supone que algunas de las peticiones realizadas años atrás ya no estén vigentes o hayan modificado sus condiciones. Si el inscrito al que le correspondería el amarre renuncia a él, se notifica al siguiente de la lista de espera y vuelven a comenzar los seis meses de plazo.
Según Ports, mediante este proceso la lista de espera para un amarre de base en el puerto de Ciutadella ha disminuido en 108 puestos. Antes de la reordenación, eran 519 las personas que esperaban para poder tener un punto de atraque en el puerto ciutadellenc.
"Medio año es una barbaridad de tiempo. Creo que debería haberse modificado la normativa antes de iniciar este proceso de adjudicación, y así se habría evitado esta lentitud,", asegura el alcalde de Ciutadella, José María de Sintas. Fuentes consultadas por este periódico apuntan que la inexistencia de adjudicatarios para los amarres provoca pérdidas económicas a las administraciones. El precio medio de un punto de atraque, aseguran fuentes bien informadas, es de unos mil euros anuales.
Los veinte amarres pendientes de adjudicar no son los únicos que están vacíos en el puerto de Ciutadella, según explica el presidente del Club Nàutic, Bartolomé Carrasco. A los puntos de atraque pendientes de adjudicar hay que sumar los propietarios que han renunciado tras el proceso seguido por Ports con los amarristas irregulares. "Basta con pasear por el puerto y ver que hay muchos puestos vacíos", comenta. De hecho, Carrasco se reunirá la próxima semana con el director general de Puertos para hablar precisamente de este tema. "Con la gran demanda de amarres que existe y el negocio que se podría generar en la zona, no entiendo cómo estos puestos siguen vacíos", comenta.