La consellera de Sanidad y Servicios Sociales, Sandra Fernández, tuvo ayer por la tarde la oportunidad de visitar la Farmacia Llabrés, histórico edificio comercial de Ciutadella que los Príncipes de Asturias recibieron como herencia de José Ignacio Balada y que la Fundación Esperia, que gestiona esta herencia, cede a la Fundació per a Personas amb Discapacitat de Menorca.
La consellera insular de Servicios Sociales, Aurora Herráiz, comentó que mientras la Fundación Esperia procede a la reforma de la farmacia, desde el Consell y la Fundació se está diseñando un proyecto de uso de la instalación que tenga que ver con su actividad original. De hecho, la preservación del inmueble debe ser máxima.
Venta de productos
La idea inicial es que en la Farmacia Llabrés tenga una presencia importante la Fundació per a Persones amb Discapacitat. Se empleará para el desarrollo de distintas actividades, como la venta de productos naturales, siempre alrededor del ámbito de las plantas o similar.
El edificio podrá ser visitado por quien así lo desee bajo la tutela del personal que allí disponga la Fundació, según Herráiz. No descarta otras opciones, como acoger cursillos o actividades propias de la Fundació.
"Prevalece que es una zona de paso, un bien de Ciutadella y de Menorca, que se puede visitar, y los que lo mantendrán vivo serán los propios discapacitados, ahora se está perfilando el uso". "El objetivo es que el continente tenga un contenido importante", concluyó la consellera.