Bajo el sugerente título "Nuevos y viejos motores de crecimiento del turismo de Menorca", economistas, gestores políticos, profesores y profesionales liberales, participaron ayer en la tertulia organizada por la sección de Ciencias Sociales del Institut Menorquí d'Estudis (IME) en el Hotel Hamilton.
En total una veintena de personas, mayoritariamente expertos miembros del IME, entre los que se encontraban los economistas Guillem López Casasnovas y Alfons Méndez; el director del OBSAM, Sergi Marí; los arquitectos Joan Enric Vilardell y Enric Taltavull; el presidente del Consell Científic del IME, Jaume Mascaró; Maria Lluïsa Dubón, exconsellera socialista de Urbanismo y Ordenación Territorial del Consell de Menorca y Mallorca; el catedrático Carles Carreras y la consellera insular de Cultura, Maruja Baíllo, entre otros.
Cuestiones como el PTI, la candidatura de la Menorca Talayótica como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el transporte aéreo y el puerto de Maó, fueron algunas de las cuestionos tratadas. Uno de los puntos que generó mayor consenso es la necesidad que tiene Menorca de avanzar hacia un turismo sostenible, que conciba el territorio y el paisaje como una fuente natural de riqueza, un activo económico y cultural más, así como un potente valor diferenciador de destinos competidores. Igualmente hubo coincidencia a la hora de señalar la necesidad que tiene la Isla de caminar hacia un turismo más profesionalizado y con mayor formación que contribuya, de la mano del desarrollo de otros sectores y actividades, y al empuje del tejido empresarial isleño, a incrementar la renta per cápita de Menorca.
Sergi Marí incidió en el hecho de que cada vez más empresarios entienden que el patrimonio natural de la Isla es un valor más de venta, mientras que Maria Lluïsa Dubón advirtió que bajo la excusa de la crisis turística Balears, y en concreto Menorca, corre el riesgo de romper el consenso sobre su modelo territorial. "La Menorca Talayótica es un nuevo motor que aporta calidad y cultura al turismo y puede contribuir a la desestacionalización", señaló a la vez que alertó sobre la falta de conexiones aéreas que sufre Menorca.
En este sentido, Vilardell añadió el problema de la escalada de los precios para salir y entrar en la Isla. En su opinión Menorca es un barco a la deriva cuyo timón está en manos de agentes externos a Menorca, especialmente en lo que se refiere al Aeropuerto y el puerto de Maó. Criticó la actitud pasiva de la clase política y pidió la redacción de un plan estratégico global.
El economista Guillem López Casasnovas, por su parte, incidió en la necesidad de apostar por las actividades que aporten valor añadido y generen no solo demanda externa sino también interna, para ello reclamó mayor apoyo a los empresarios y sectores isleños que arriesgan su dinero en la Isla y que contribuyen a incrementar la renta per cápita menorquina. Al respecto señaló la necesidad de abordar y debatir la legalización de toda la oferta turística, en concreto el alquiler turístico vacacional de cualquier vivienda.
Jaume Mascaró incidió en que el desarrollo turístico debe ir ligado a la formación y el desarrollo cultural y Enric Taltavull en los valores económicos y turísticos del territorio.