Dos establecimientos de agroturismo, Santa Mariana y Torralbenc, ambos en el término de Alaior, se han beneficiado de la Ley del Turismo 8/2012 aprobada por el Govern balear y que exime a este tipo de negocios de solicitar la declaración de interés general. La normativa flexibiliza la apertura de alojamientos de turismo rural y suprime un requisito que podía dilatar en el tiempo la obtención de las licencias para su funcionamiento, de modo que, en algunos casos, siempre que no sea necesaria la ejecución de grandes obras, los hoteles pueden abrir en cuestión de meses.
En el momento de aprobarse la ley turística fueron cinco los expedientes que habían tenido entrada en el Consell y que fueron devueltos a los ayuntamientos de los municipios en los que existían proyectos para su resolución, según informó ayer el conseller de Ordenación del Territorio, Cristóbal Huguet.
La ley establece que los hoteles rurales serán edificaciones construidas antes de 1940, situadas en suelo rústico y que dispongan de una superficie mínima de terreno de 49.000 metros cuadrados, que tiene que quedar vinculada a la actividad; mientras que en el caso de los agroturismos, serán edificios construidos antes de 1960, en suelo rústico y en una finca con una superficie mínima de 21.000 metros cuadrados y que mantengan una explotación agraria, ganadera o forestal.
Pese a que la norma deja abierta la puerta a que los permisos de obras y apertura, así como la licencia de funcionamiento, reformas, ampliaciones o nuevos establecimientos de alojamiento de turismo rural -salvo si se trata de hoteles de nueva construcción-, no estén sujetos a la evaluación ambiental, el Consell elabora, afirmó Huguet, un informe del departamento de Agricultura y otro con aportaciones a tener en cuenta para minimizar el impacto en el entorno de estos negocios.