Dejando a un lado el baile de cifras habitual, la primera jornada de la huelga indefinida de los docentes logró paralizar la actividad lectiva en los centros públicos de la Isla. Solo el CP Fornells vivió un segundo día de curso tranquilo, convencional, sin más alteraciones que un único maestro en huelga en una plantilla de cinco. En 16 de los 21 colegios públicos de la Isla no hubo más docentes que los obligados para cumplir con los servicios mínimos, algo que sucedió también en tres de los siete institutos, además de en la Escola d'Art. En el resto, el seguimiento por parte de aquellos que tenían opción de hacer huelga fue muy alto, siempre superior al 85 por ciento de los docentes ajenos a los servicios mínimos, según la información recogida a través de los propios centros.
El Govern minimizó el impacto de la primera jornada de huelga indefinida, cifrando el seguimiento en un 42 por ciento en el caso de Menorca. Los sindicatos se fueron por encima del 90 por ciento. En el primer caso, el porcentaje se establece sobre el número total de docentes, mientras que los sindicatos descontaron los servicios mínimos y calcularon la incidencia sobre los profesores y maestros que podían hacer huelga. El exhaustivo muestreo realizado por el "Menorca" a través de los propios centros coincide con la apreciación de los sindicatos.
Bien comprometidos con la causa o bien conscientes de la alta repercusión que tendría la primera jornada de la huelga indefinida en la enseñanza pública, la mayoría de los padres optaron por dejar a sus hijos en casa, aproximadamente tres de cada cuatro, en los colegios y sobre un 60 por ciento en Educación Secundaria. En algunas escuelas apenas se superó el 10 por ciento de asistencia de estudiantes.
Por lo que respecta a la educación concertada, en cinco colegios el seguimiento de la huelga en su primera jornada fue muy testimonial mientras que en el CC La Salle Maó secundaron el paro casi la mitad de los docentes con opción a hacer huelga y en el CC Sant Francesc d'Assís paró dos tercios de su plantilla. En estos dos centros acudieron a clase un 40 y un 53 por ciento de los alumnos matriculados.
La tónica general en la educación pública fue que los alumnos al llegar a clase se encontraron que faltaban buena parte de sus compañeros. Luego fueron recibidos por los maestros y profesores de guardia (elegidos por sorteo, sondeo previo, turnos rotatorios por días y otros sistemas), que en función de sus edades les asignaron actividades, entre ellas jugar por el patio. En los institutos hubo cierta desbandada. Ante la imposibilidad de que se impartieran las clases, muchos alumnos de Bachillerato dejaron los centros y una gran cantidad de estudiantes de ESO llamaron a sus padres para hacer lo mismo. Hubo quienes permanecieron en el centro o se quedaron en sus alrededores pasando la mañana.
Pese a lo anunciado días atrás, en las puertas de los centros apenas se vio a docentes movilizados a primera hora de la mañana. Sí ocurrió, por ejemplo, en el CP Sa Graduada de Maó, donde un grupo de maestros explicaba a los padres los motivos de la huelga, o en el CP Pere Casasnovas. En otros sitios se reunieron para preparar pancartas u otras actividades similares.
La huelga indefinida continúa hoy. En algunos centros existe la firme decisión de llevar a cabo al menos tres días de paro, para analizar luego la situación. En otros existen más dudas y quedan a la expectativa. La protesta ha sido convocada por la Assemblea de Docents, el STEI-i y CCOO, y cuenta con el apoyo del resto de los sindicatos con representación en el ámbito docente. Se reclama la retirada del TIL y la suspensión de los expedientes a tres directores de Maó, además de la mejora de los recursos de que se dispone en los colegios e institutos.
Pese al elevado seguimiento en el conjunto de Balears, ayer no hubo más reacción por parte del Govern que unas declaraciones redundantes del presidente José Ramón Bauzá y su versión sobre los datos de seguimiento.