Un taxista de entre 40 y 45 años fue asaltado ayer por un joven que intentó robarle la recaudación amenazándole con un cuchillo a última hora de la tarde. El atacante, que había solicitado el servicio en el parque Rochina, en el puerto, propinó dos cortes en la cara a Alfredo S. antes de huir a pie por las calles del Polígono Industrial de Maó.
Los hechos se producieron sobre las 20 horas cuando el trabajador de Taxis Mahon SL acudió a un servicio en el que el cliente, un joven alto y con gorra, solicitó en el puerto de Maó. El asaltante pidió al taxista que lo llevara a polígono y a la altura del supermercado LIDL el agresor pidió que lo dejara allí sin entrar en el parking. Entonces sacó un billete de 200 euros y pidió al conductor si tenía cambio.
"Creemos que el atacante quería saber si llevaba la recaudación encima y cuando vio que sí, sacó un cuchillo y se lo puso en la cara al taxista", explica el presidente de Taxis Mahón, Francisco Expósito, quien narra que "el conductor reaccionó dando un acelerón al coche entrándolo en el parking del supermercado".
En el forcejeo, el agresor propició dos cortes en la cara al taxista antes de huir del lugar de los hechos. "Debió asustarse al pensar que lo grabarían las cámaras de seguridad y se marchó", añade Expósito.
En su huída, el agresor olvidó en el automóvil su gorra y unas gafas de sol. El taxista fue trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Mateu Orfila donde fue tratado y, entrada la madrugada, dado de alta. Al lugar se desplazaron efectivos de la policía Nacional, con los que cursó la correspondiente denuncia, así como el presidente de la Agrupación de Empresarios de Taxis de Maó, Vicente Ruíz, así como el propio Expósito.
La policía encuentra el cuchillo
Poco después del asalto, la unidad de policía Nacional encontró en los matorrales de delante del párking del LIDL el cuchillo con el que se produjo el asalto y está trabajando en identificar al agresor a partir de las huellas dactilares. Además, el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con las gafas de sol y la gorra para obtejer más información.
Exposito admite que "acciones como esta te causan impotencia y rabia porque nunca había pasado nada similar, alguna vez nos hemos encontrado con alguien que se ha marchado sin pagar" y matiza que "hay un poco de nervios de pensar que si la policía no lo captura pueda volver a actuar".
Expósito está a la espera de que se capture al culpable para decidir si el colectivo actúa legalmente contra el agresor.