"La reserva se mueve, vive, tiene un alma, no es algo estático, cambian las gentes y la ideas, también las reservas», afirmó ayer Miguel Clüsener-Godt, representante de la UNESCO, miembro de la División de Ciencias Ecológicas y de la Tierra y ponente en el acto celebrado ayer.
Clüsener comentó esta característica de los territorios declarados reservas, su dinamismo, al mencionar que hay tres prode extensión de la reserva de Ordesa. Precisamente, entre los retos que mencionó para Menorca, estaría el de «la extensión de la declaración de reserva a la zona marina que rodea la Isla», además de «consolidar los resultados adquiridos» durante estas dos décadas, «defenderlos».
Clüsener se refirió también al funcionamiento de la red de reservas isleñas y costeras, en la que Menorca es sede para el desarrollo sostenible, y destacó «el acercamiento de los pueblos» y «la visión política» que tambiéntiene el proyecto de la UNESCO, ya que permite, por ejemplo, que países enfrentados, como las dos Coreas, compartan intereses en el apartado medioambiental.
Además, el experto se refirió al sector turístico y señaló que economías como la menorquina, que «vive» de esta actividad, deben prepararse para cambios como el auge de Asia como mercado emisor.
En cuanto al avance en la declaración de la Reserva, Clüsener destacó asimismo la importancia de generar sinergias con proyectos como la candidatura de Menorca Talayótica a ser declarada Patrimonio de la Humanidad.