La concejal de Personal y Deportes de Ciutadella, Inmaculada González, cree justificado que el Ayuntamiento asuma la deuda que Serprosport dejó de pagar a sus monitores y demás plantilla para así no tener que prescindir del servicio de la piscina municipal, cuyo «mayor perjudicado sería el ciudadano».
La edil ve preferible abonar los 100.000 euros en cuestión y ahorrarse esa misma cantidad anual respecto de la anterior concesión que tener que asumir íntegramente los costes de funcionamiento de la instalación pública, que en 2004 se valoraron en unos 325.000 euros al año.
«Creemos más lógico asumir el coste de una deuda que, sin concesionaria, igualmente nos llevaría a tener que entrar en eternos juicios y demandas con los trabajadores que, al final, acabaríamos pagando de todas formas», asegura.
Consciente de que «ninguna otra empresa concesionaria vendrá a gestionar la piscina en esta situación», con la deuda pendiente, aboga por «devolver la normalidad a la piscina cuanto antes. La misma normalidad contra la que atentó la anterior concesionaria, dejando por el camino deudas, trabajadores, ciudadanos colgados del servicio y ayuntamientos acusados de provocar desequilibrios inexistentes».