«Condenamos rotundamente estos actos vandálicos que no benefician a nadie: nosotros les hemos dicho a nuestro conductores que tengan paciencia y estén tranquilos».
De ese modo se desmarcó ayer la empresa Norbus, que junto a Torres ha venido realizando el servicio de traslado de los turistas del IMSERSO en Menorca, de los ataques a cuatro autocares de las empresas mallorquinas que cubren el servicio mientras la negociación entre Globalia Autocares y las empresas menorquinas siguen sin desbloquearse.
El coordinador de la empresa de transporte de viajeros, Miguel Coll, entendió que «somos los más perjudicados, ya que entorpece las negociaciones». Coll aclaró que «no tenemos nada en contra de estas empresas ya que nosotros mantenemos trato con Globalia Autocares».
En referencia a la rotura de lunas aseguró que «no sé quién ha podido ser» y se mostró partidario de que «quien lo haya hecho lo pague».
Aclaraciones
El clima de tensión generado entre las empresas de transporte de viajeros de las Islas por los incidentes sucedidos en Menorca han motivado que la Federación Empresarial Balear de Transportes, la asociación que agrupa a las empresas del sector en la comunidad autónoma, haya convocado una reunión la próxima semana en la que sentará a las partes para «depurar responsabilidades», según explicó ayer su gerente, Salvador Servera, quien lamentó «la mala imagen» que se está dando.
El encuentro no tiene una fecha cerrada, pero se producirá la semana próxima. Servera también quiso «condenar» los actos sucedidos y animó a la Guardia Civil ha encontrar a los autores de unos «actos de violencia que no ayudan en nada al sector». El malestar generado, aseguró, «está al margen de los contratos que cada empresa firma de forma individual: ahí no nos podemos meter».
Por su parte, Miguel Coll, se mostró confiado en que las empresas menorquinas puedan volver a realizar el servicio «cuanto antes» y apuntó a «finales de año» como la fecha más probable para reemprender unos traslados que ahora realizan dos empresas mallorquinas y una gallega.
En todo caso, Coll negó la versión de Globalia Autocares, según la cual habrían pretendido un aumento de tarifas «desorbitado»: «Ni mucho menos, queríamos una revisión lógica de las tarifas», aseguró.
A pesar de la diferencia de posturas y de los recelos mutuos, Coll dejó claro que la intención de la empresa menorquina es poder seguir ofreciendo el servicio y que esta situación sea de carácter temporal. En ese sentido aseguró que «teníamos avanzada la negociación».