El conseller de Movilidad y Proyectos, Luis Alejandre, empuja el proyecto de la reforma de la carretera general, que contempla las polémicas rotondas a un nivel inferior que tanta crítica han levantado. En un mes se convocará el concurso para adjudicar las obras del tramo entre Alaior y Maó. Está convencido de que la mayoría de los menorquines respalda esta mejora de la Me-1, está dispuesto a mantener «los puentes tendidos» y a reducir el impacto sobre el territorio hasta el día que se inicien las obras. Pero no va a renunciar a este proyecto ni a los 30 millones de inversión.
¿Se esperaba una oposición tan fuerte al proyecto de reforma de la carretera?
- No me ha sorprendido. Cuando llegamos nosotros ejecutamos el final de la variante de Ferreries. Personalmente podré estar o no de acuerdo con ese diseño, pero soy consciente que había que acabar una obra importante y no demorarla con cambios que habrían costado mucho tiempo y dinero.
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