La anunciada reapertura del quiosco de la plaza de Ses Palmeres, que la nueva concesionaria esperaba llevar a cabo este próximo fin de semana, se retrasará ahora un mes por culpa del accidente que ha dañado seriamente su estructura.
La concejal Juana Mari Pons anunció ayer que el Ayuntamiento ya ha pedido presupuesto a tres carpinteros para adjudicar cuanto antes el arreglo de los desperfectos. Aunque la intención del municipio es que el quiosco esté en condiciones de abrir estas próximas fiestas de Navidad, la edil confía en que, «al menos, esté listo para Sant Antoni». A cambio, la ciudadana que se ha hecho con la concesión pagará un canon anual de 11.000 euros al Consistorio.
Aunque la parte inferior ha quedado destrozada, los técnicos creen que sí será posible devolver al quiosco su imagen original, de cuando fue construido en el año 1995.
Curiosamente, el alcalde firmó ayer la resolución que condece la licencia de obra menor para repintar el exterior del habitáculo. Pero nada de eso será ya necesario, puesto que el Consistorio, en tanto de titular, asumirá la reconstrucción del inmueble y cargará los costes a la compañía que tenía asegurado el coche que el domingo se empotró contra el quiosco. El informe de la Policía Local confirma que el conductor estaba ebrio.