Sebastià Moll Benejam (Ciutadella, 1942), el popular l'amo des julivert de Sant Joan, salió ayer de su desconcierto. Durante tres largos meses esperó a que le entregaran el dinero recogido a su nombre para que pudiera comprarse una bici nueva, para después donarlo a ASPANOB. Pero solo ayer, tras la llamada de este diario, pudo conocer el resultado de la iniciativa.
El 22 de octubre, el robo de la bicicleta que sufrió movilizó a diversos entusiastas de las fiestas que, de inmediato, activaron un grupo en facebook con el objetivo de forzar al ladrón a devolvérsela. «Torna sa velo a en Sebastià», rezaba el alegato colectivo, al que se sumaron en poco tiempo decenas de internautas. Todos dispuestos a encontrársela o, en caso contrario, a reunir el dinero necesario para comprarle una bici nueva.
«La gente ya no respeta nada. Es triste que haya tantos sinvergüenzas que se dedican a robar bicicletas», denunciaba en esa misma página el director del semanario 'El Iris', José Manuel Allés, copromotor de la posterior campaña de recogida de donativos de un euro a su favor. Así que, con fines altruistas, anunció que repartiría huchas con la foto de Sebastià por diversos bares y comercios, incluido el propio Ayuntamiento.
Pero, dos semanas después, l'amo des julivert se hizo por fin con un medio de transporte en el que poder desplazarse por la ciudad. Su hija le dejó la bicicleta que ya no utilizaba y el 9 de noviembre no dudó en posar con ella ante el fotógrafo del MENORCA. La búsqueda había llegado a su fin. No obstante, agradecido por la campaña surgida en las redes sociales, anunció públicamente que destinaría el dinero recogido a beneficio de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Balears (ASPANOB), que preside su vecina Joana Torres.
Transcurridos ya casi tres meses desde entonces y sin saber cómo había acabado la campaña impulsada a través de las redes sociales, optó por ponerse de nuevo en contacto con este diario. «Nadie me ha dicho cuánto se ha recaudado, ni tampoco le han entregado nada a Joana», dijo el viernes. Y así lo corroboraron los propios responsables de ASPANOB.
Huchas y perejil
«Ni sabía que estaban recogiendo dinero para mi cuando -relataba hace tres días el jubilado- un buen día me encontré una hucha con mi foto en un local de venta de piensos y, cuando me dijeron el motivo, puse un billete de cinco euros dentro y un poco de perejil. Luego, una amistad me dio otros diez euros para que los depositara. Así que, de mis manos, han salido 15 euros para este fin, y solo en esa hucha me cuentan que había 36 dentro».
Advertido a través de este diario del malestar que la situación había creado al jubilado, el director del semanario 'El Iris' decidió ayer acercarse a su casa y entregarle los escasos 46,21 euros que -asegura- se han recaudado en las tres únicas huchas que estaban bajo su control. «Puede que se repartieran más, pero de esas ya no me encargué yo», dice Allés, quien recuerda haber invertido incluso en la edición de carteles, que colgó, instando a la colaboración ciudadana.
«Tanto yo como el resto de colaboradores iniciamos esto con la mejor voluntad del mundo, pero la respuesta de la gente no ha sido la esperada», afirma. Aún así, en próximas fechas -y en presencia del propio jubilado- se hará efectiva la entrega oficial del dinero a los responsables de ASPANOB. Aunque Sebastià ya tenga bici, la iniciativa al menos habrá valido la pena.