El Tribunal Supremo ha ratificado la condena a los vecinos del antiguo Hotel Esmeralda por las críticas que vertieron sobre el ex arquitecto municipal, Miquel Sintes. Los jueces consideran probado que los vecinos dañaron el honor del técnico al publicar una carta en la que le acusaban de incumplir reiteradamente el Plan General e insinuaban un posible trato de favor hacia los promotores del Esmeralda. Así, obligan a los vecinos a indemnizar con 3.000 euros al arquitecto.
El Supremo concluye que «las declaraciones vertidas y publicadas deben considerarse como expresiones ofensivas, con un contenido claramente difamatorio y que resultan innecesarias para expresar la opinión o valoración de los hechos». El magistrado Francisco Javier Orduña Moreno, ponente de la sentencia, añade que las imputaciones que insinuaron los vecinos «encierran una total descalificación de prestigio profesional del demandante».
De este modo, el Supremo establece que en este caso concreto, el derecho al honor está por encima de la libertad de expresión. Se cierra así el caso que se inició por la publicación en la prensa de parte de la carta que los vecinos dirigieron al Colegio de Arquitectos. En ese momento, Miquel Sintes interpuso una demanda, que ganó ya en el Juzgado número 1 de Maó, que determinó que debía ser indemnizado con 6.000 euros. Posteriormente, y tras el recurso de los vecinos, la Audiencia Provincial de Palma rebajó la indemnización hasta los 3.000 euros.
Ante esta decisión, los vecinos volvieron a recurrir, esta vez ante el Tribunal Supremo, que ha ratificado todos los extremos de la decisión de la Audiencia Provincial y da definitivamente por cerrado este caso.