La reforma y ampliación de la carretera general entre Maó y Alaior incluirá la habilitación de un camino de tierra, no motorizado, que discurrirá en paralelo a la vía en la totalidad del tramo. Esta es una de las mejoras incluidas en el proyecto de la adjudicataria del contrato, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por la menorquina Antonio Gomila, S.A. y Dragados, S.A., que ayer se llevó las obras de la Me-1 en la mesa de contratación del proyecto.
La mejora de la carretera general, después de una larga polémica y un retraso de cuatro años, se ha adjudicado por un presupuesto de 7.574.000 euros (más IVA), lo que supone una reducción sobre el precio inicial de licitación del 8,35 por ciento, según informó la Conselleria de Movilidad. La administración se ahorrará así 835.000 euros.
A partir de este momento y transcurridos los quince días legales para posibles alegaciones, el Consell prevé firmar el contrato con la UTE Antonio Gomila-Dragados este mes de marzo y que los trabajos comiencen en el plazo máximo de dos meses. El contrato tiene una duración aproximada de catorce meses, que es el periodo de ejecución establecido en el proyecto constructivo de la reforma.
Cruces
Entre las características incluidas en la propuesta de la UTE adjudicataria están «importantes reducciones» de ocupación y consumo de territorio en los enlaces previstos en los cruces de Rafal Rubí, Biniai, La Argentina y Alaior, tal y como señaló ayer el Consell, sin especificar dichas reducciones ni si las rotondas serán de dimensiones inferiores a las que estableció la Comisión Balear de Medio Ambiente.
Lo que sí aclaró el departamento que dirige Luis Alejandre, en un comunicado, es que la adjudicación de la obra «es perfectamente compatible con la toma en consideración de las últimas propuestas sobre tres puntos concretos de la carretera que un grupo de ciudadanos ha presentado», siempre que cumplan -añade-, los criterios de seguridad. De hecho, los responsables de la Conselleria tienen pendiente un encuentro con los ecologistas del GOB para este lunes
Calificación
Después de la apertura de las plicas, relativas a la proposición económica y la documentación técnica de las empresas licitantes, el Consell señaló que las cuatro empresas menorquinas que se han presentado al concurso (Antonio Gomila, Climent Olives, Manuel Polo y Juan Mora), en solitario o en unión con otras compañías nacionales, han sido las mejores clasificadas.
Cabe recordar que optaban a adjudicarse la obra nueve empresas, entre ellas grandes constructoras como Obrascón Huarte Lain, FCC Construcción, Copisa y Ferrovial Agroman. Además de la UTE ganadora, las sociedades isleñas se presentaban -salvo Juan Mora, que optaba sola-, en unión con importantes firmas del sector como Sacyr, Acciona Infraestructuras y Copcisa. En los criterios técnicos de la adjudicación la parte ambiental contaba 26 puntos sobre 46.