La empresa CLH comunicó ayer oficialmente la finalización del proyecto de descontaminación de los terrenos de su antigua planta de hidrocarburos en Cala Figuera de Maó. Las labores se han prolongado un año, tal y como estaba previsto, y no se ha producido «ninguna incidencia ni retraso», según aseguró el director de Recursos Humanos de la compañía, Basilio Navarro.
En total han sido movidos unos 6.000 metros cúbicos de tierra, de los que entre 2.600 y 2.700 estaban contaminados. Los trabajos han tenido un coste de 65.000 euros. Los terrenos han quedado totalmente aplanados y listos para que la Autoridad Portuaria de Balears (APB) los adquiera, tal y como estaba previsto desde un principio.
Será cuando la apruebe el próximo consejo de administración del ente portuario, que se reunirá en las próximas semanas. El siguiente paso será la elaboración del pliego de condiciones para sacar a concesión el espacio de mar y tierra en el que la APB quiere que recalen yates de gran eslora. La alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, explicó que se ha convocado al consejo municipal del puerto para recabar las necesidades de los agentes portuarios y aportar ideas a la APB, que quiere que en ese espacio se ubiquen servicios y un centro comercial: «Las aportaciones irán en esa línea», explicó Reynés.