Inmobiliarias y particulares hacen su agosto en pleno més de junio. Alquilan casas reformadas en el corazón de la fiesta a precios de hasta 500 euros la noche, sin que la oferta llegue a dar respuesta a la ingente demanda que se genera. «Esta misma mañana he tenido que rechazar siete peticiones. Sant Joan nunca ha entendido de crisis», admite uno de los gestores del sector.
Grupos de amigos y familias enteras, residentes en Ciutadella o llegadas aposta de Mallorca y la península, se unen para alquilar conjuntamente estas viviendas y compartir gastos. El objetivo, estar lo más cerca posible de la qualcada y poder vivir las fiestas con intensidad.