Menorca resulta el excelente patio de recreo para muchos yates, megayates y súperyates. El último en compartir 'terraza' ha sido el Artic P., una embarcación de 88 metros que fue visto ayer fondeando en Canutella. Este gigante resultó una auténtica atracción para los usuarios de la zona que quedaron fascinados con el increíble despliegue de embarcaciones auxiliares y de motos de agua.
La historia de esta exclusiva construcción es cuanto menos curiosa ya que su ocupación inicial era ejercer de rompehielos y de buque de salvamento gracias a su construcción alemana con un casco de acero en 1969. Posteriormente el magnate australiano Kerry Packer lo compró y le hizo reformas.
Actualmente el barco tiene 88 metros de eslora, 14,9 de manga y 2.610 toneladas de registro bruto, cuenta con una tripulación de 25 personas y tiene una capacidad para acomodar a 12 personas.
Actualmente el barco se alquila a clientes de alto poder adquisitivos entre los que se encuentran el conocido actor Tom Cruise, que ha viajado en él tanto con las actrices Nicole Kidman y Katie Holmes.
Si os parece bien que una persona sola posea más dinero del que podrá gastar, él o sus bisnietos, es que no andamos bien. Me parece bien que se premie al ingenioso, inteligente o, incluso, al que tenga suerte. Ahora bien, ¿tanto? ¿Tanto como para poseer yates de 88 metros, Jet privados y un patrimonio de 60 mil millones de euros? 60 MIL MILLONES de euros en un mundo en que otro ser humano vive con 100 dolares al mes. ¿Tanta diferencia hay entre uno y otro como para que uno multiplique por dos millones el patrimonio de otro? ¿Acaso el trabajo del opulento es equivalente al trabajo de dos millones de personas?