El número de menorquines mayores de 65 años ha crecido un 32 por ciento en los últimos siete años, un incremento hasta cuatro veces superior al registrado por el global de los habitantes de Menorca, que desde 2006 ha aumentado su censo poblacional un 7,6 por ciento. Es un claro síntoma del envejecimiento de una isla en la que su población en edad de jubilarse ha pasado en esos siete años de representar el 12,5 por ciento del total de habitantes a concentrar al 15,3 por ciento.
Así lo muestran los últimos datos demográficos publicados por el Observatori Sociambiental de Menorca (Obsam), que reflejan que al cierre de 2013 el número de personas en edad de jubilación se ha situado en los 14.558, un aumento de 3.504 personas respecto a 2006. Las estadísticas históricas del organismo dependiente del Consell muestran como, diez años antes, en 1996, el número de mayores de 65 años era de 9.661.
En el otro lado de la pirámide poblacional, los menorquines menores de 15 años también han vivido un incremento en los últimos siete años, aunque prácticamente a la mitad de velocidad que los mayores de 65.