Los agentes de la Policía Local de Ciutadella recibirán en breve calzado nuevo. La concejal responsable del área, Francisca Marquès, afirmó ayer, tras las críticas del sindicato UGT, que «no hay ningún ánimo de perjudicar el cuerpo ni de no reconocer su trabajo» y añadió, al respecto de la denuncia sindical de que el calzado de la mayoría de los agentes está desgastado y no se repone, que «ya se han pedido unidades de repuesto que pronto llegarán, después de recibir varias peticiones en este sentido».
Es más, según Marquès, este hecho «lo saben bien», por lo que no entiende la crítica respecto a la poca atención del Ayuntamiento en cuanto al equipamiento de los agentes. Lo mismo afirmó sobre el vestuario de invierno, que «tras haber pedido diferentes presupuestos, esta cuestión está tramitándose y pronto tendrán piezas nuevas». La edil añadió que «se han querido hacer las cosas bien, y tras comprobar los precios, finalmente no será necesario convocar un concurso para adquirir el vestuario».
Marquès manifestó que «el área de Policía supone la partida más importante en cuanto al personal del Ayuntamiento y somos conscientes de ello, pero tampoco tenemos ánimos de perjudicarlos». «Aún estamos pagando el nuevo edificio de prefectura que se construyó hace unos años», añadió.
Complemento
Por otra parte, y en cuanto a la crítica de UGT sobre que los agentes no han cobrado desde 2012 un complemento anual de 400 euros para vestimenta, la concejal de Personal, Inmaculada González, aclaró que «se pactó renovar el vestuario en el plazo de cinco años, pues el coste de un equipamiento completo es de unos 2.000 euros por agente». Por ello, «como el Ayuntamiento no podía hacer frente a esta cantidad de inmediato, se acordó renovarlo de forma escalonada durante cinco años con una asignación de 400 euros por policía en cada uno de ellos». Según González, «así se está realizando».
El sindicato UGT denunció que muchos agentes tienen el calzado desgastado y que no se ha renovado. Algunos se han presentado a trabajar con zapatos particulares llevados desde casa, como por ejemplo botas de montañismo e incluso el año pasado con abarcas, por lo que no pudieron salir a patrullar y quedaron a trabajar en la oficina