La nueva Ley de Comercio de Balears, vigente desde hace apenas diez días, prohíbe que las grandes superficies comerciales de más de 300 metros cuadrados puedan volver a abrir de forma regular este invierno en Menorca todos los domingos y festivos, y solo les permite hacerlo entre el 15 de marzo y el 30 de octubre, coincidiendo con el periodo de la declaración de la Isla como zona de gran afluencia turística.
La medida «de vigencia inmediata» ha cogido de improviso a las cadenas afectadas, que durante todo el día se debatieron ayer entre abrir igualmente este domingo y saltarse la ley o cumplirla a rajatabla, e incluso advirtieron con despedir apresuradamente a una parte de su plantilla por los «graves perjuicios» que le ocasiona la nueva normativa autonómica, tanto entre su personal como su extensa clientela. Las diversas fuentes consultadas del sector llegaron a cifrar entre 50 y 75 los empleos que se perderían en la Isla al no poder abrir los domingos, ya que cabría ajustar las plantillas a solo seis días, en lugar de toda la semana, que cubren actualmente.