Un total de 17 proyectos se han acogido en Menorca a la Ley Turística para eludir los parámetros urbanísticos que los impiden y propiciar así la construcción de hoteles, apartamentos, restaurantes y grandes equipamientos, como campos de golf y polo o centros de hípica, que, de otro modo, serían rechazados por la administración.
La consellera de Turismo, Salomé Cabrera, precisó ayer que 12 proyectos se ajustan a la disposición adicional cuarta de la ley, que exonera del cumplimiento de los parámetros territoriales, y se tramita la adecuación de otros cinco a la disposición decimonovena, que faculta a autorizar grandes infraestructuras vinculadas a hoteles de lujo de hasta 200 camas.
Entre los primeros 12 ya autorizados se encuentran nueve establecimientos radicados en urbanizaciones, un restaurante y dos alojamientos ubicados en suelo rústico, entre ellos el de Torralbenc.
Los cinco en tramitación son los dos hoteles flotantes de 180 plazas cada uno que la sociedad Mare & Terra promueve en Llucalari (Alaior) y los tres en rústico, de 200 plazas por edificio, que impulsan conjuntamente el grupo Zannier y la propiedad del Condado de Torre Saura (Fastfor). El hotel de Ses Truqueries viene acompañado de un campo de golf; el de Es Banyul, también en Ciutadella, de una plantación de viñedos; y el de S'Albufera (Es Mercadal), un campo de polo.
Además, apuntó Cabrera, el Consell mantiene «múltiples conversaciones» con otros promotores de obras similares que aún no han plasmado sus proyectos o éstos no han tenido todavía registro de entrada en la institución insular.
En todo caso, la consellera recordó que la vía de autorización abierta por la Ley General Turística «no es nueva, sino que ya se había aplicado también con anterioridad en Balears, ya fuera mediante el decreto Nadal o la ley de 2010 de medidas urgentes para impulsar la inversión».