Se puso en marcha el pasado mes de agosto, con un retraso de diez años respecto al resto del país, y no termina de funcionar. Los abogados de oficio que se dedican a la atención inmediata a las víctimas de violencia de género, un total de once en Menorca, denunciaron ayer las deficiencias del servicio. Por un lado, lamentaron que «muchas veces la policía no nos avisa», algo que tendrían que hacer en cuanto una víctima se dirige a ellos para interponer denuncia: «Tienen derecho a presentarla con el asesoramiento previo de un abogado», explicaban ayer los letrados desde la sede del Colegio de Abogados de las Illes Balears de Menorca, reunidos con motivo de la jornada de puertas abiertas a nivel balear.
En boca de los abogados Joan Mercadal y Francisco del Campo, los abogados denunciaron asimismo una situación que entienden discriminatoria respecto a sus colegas del resto de Balears. El servicio se inició en la Isla con diez años de retraso, después de que –empujados por la presión del propio colegio y del Consell– el Ministerio de Justicia destinase al fin una partida (20.000 euros) a dotar la bolsa de abogados de oficio; sin embargo, bajo el pretexto de la poca incidencia de la violencia de género en Menorca, el sistema de pago a los letrados, que deben estar disponibles en todo momento, es diferente al autorizado en el resto de Balears.