Muchos comercios de Menorca verán modificadas las condiciones del alquiler de sus locales a partir del próximo 1 de enero. El motivo es la finalización de los contratos de arrendamiento de locales de negocio con renta antigua, es decir, los firmados antes de 1985. A partir de 2015 termina la moratoria que el Gobierno concedió por la que estos alquileres continuaban vigentes.
La particularidad es que estos contratos denominados de renta antigua para locales comerciales se rigen por la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, según la cual se han podido renovar con las mismas condiciones con las que se firmaron entonces. La extinción de estos alquileres tiene como consecuencia que se deben renegociar los contratos, y con los actuales precios del mercado.
La medida, según el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, afecta a un total de 200.000 comercios en el Estado Español, lo que supone un 10 por ciento del total de los locales comerciales. Especialmente, se trata de establecimientos tradicionales y con años de historia, que han mantenido las condiciones con las que firmaron el alquiler entonces.
En Menorca, el fin de estos contratos también tiene sus efectos, especialmente en los centros de Maó y Ciutadella.