La antigua nave utilizada por los bomberos de Maó, antes de la entrada en funcionamiento del edificio actual en 2012, se ha transformado en sede de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil del municipio. Un «sueño de hace muchos años» que se ha hecho realidad, tal y como afirmó ayer el responsable de este colectivo, Francisco Febrer, durante el acto oficial y a la vez festivo de inauguración del local.
Voluntarios, jefes de agrupaciones de otros municipios, bomberos y responsables policiales y de Protección Civil recorrieron las instalaciones junto con la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, el teniente de alcaldía Salvador Botella, el conseller de Administraciones Públicas del Govern, Juan Manuel Lafuente, y el titular de Cooperación Local y responsable del Servicio Insular de Extinción de Incendios, Juanjo Pons.
El edificio ha sido acondicionado para acoger a la cincuentena de voluntarios que, de manera altruista y sin ningún tipo de contraprestación económica -como recalcó la alcaldesa en su discurso-, siempre están disponibles no solo para actuar en casos de emergencias, sino también para garantizar la seguridad de numerosas actividades municipales, desde encuentros deportivos a fiestas patronales.
También el jefe de la Policía Local, Vicente Vaquero, remarcó «el compromiso» y disposición de estos ciudadanos, de los que afirmó «es imposible pensar hoy día en seguridad sin los voluntarios de Protección Civil». Durante el acto se presentó un vídeo recopilatorio de la actividad que prestan los voluntarios y con el que también se rindió un homenaje al ya fallecido Rafael Le-Senne, impulsor del colectivo y del servicio insular de bomberos. La instalación, cedida por el Consell, ha sido readaptada para ser sede de los voluntarios y para ello el Ayuntamiento ha aportado material, mobiliario y conexiones informáticas.