Los insultos de algunos de los participantes en la protesta del colectivo SOS Menorca en el último pleno del Consell han hecho reaccionar a integrantes del equipo de gobierno. En una carta publicada el miércoles en el MENORCA Aurora Herráiz describía agresiones de carácter material en propiedades de su compañero Luis Alejandre y cartas anónimas recibidas en su domicilio.
Herráiz se dejó una cosa en el tintero. Luis Alejandre asegura que el pasado lunes 20 de octubre fue víctima de un escrache a las puertas de su domicilio. Fue sobre las 7.30 horas de la mañana, cuando al salir de su casa para ir a trabajar se encontró, comenta, con unas veinte personas ataviadas con los distintivos de SOS Menorca que le esperaban. Le acompañaron hasta su vehículo con comentarios nada agradables.
Asegura Alejandre que no reconoció a ninguno de ellos, por la oscuridad y las ganas de pasar rápido el mal trago. Tampoco presentó denuncia por los hechos, aunque sí los puso en conocimiento de las fuerzas del orden. «No existe delito, y tampoco quería calentar más los ánimos», explica el conseller dos meses después de los hechos.
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Para escatches los que nos viene ahora con la nueva ley de in-seguridad ciudadana, con la que cualquier politiquillo un poco miedoso -aunque haya sido keneral de un glorioso ejercito- puede multarnos y arruinarnos si nos manifestamos tranquilamente y se siente amenazado.