El nuevo reglamento vigente desde ayer mismo permite almacenar residuos no peligrosos en Milà por espacio de dos años, si se destinan a valoración, y de uno si deben eliminarse. Pero el conseller de Medio Ambiente, Fernando Villalonga, admite que si no pueden repararse los problemas de contaminación de la planta antes de tres meses, y pese a las medidas que se han tomado para optimizar al máximo la celda disponible para este fin, habrá que contemplar el traslado «puntual» de la basura a Mallorca.
Por de pronto, el jueves 15 de enero espera contar ya con el proyecto de reparación de las filtraciones en el que trabajan, pese a su coincidencia con las fiestas, los técnicos de la empresa vasca Lurgintza, especializada en labores de ingeniería geológica. Son los mismos que ya plantearon la solución a seguir en la celda III, reservada a los rechazos de planta, y que ahora deben proponer las medidas a tomar para poner fin a las filtraciones contaminantes detectadas bajo la celda E, aún inédita y que el Consell pretendía destinar al acopio de residuos especiales. De hecho, Lurgintza asumió, junto al laboratorio de PIME, el plan del control de calidad de la obra, incluidos los sistemas de impermeabilización pertinentes.