La investigación de las causas del incendio forestal que el pasado viernes por la noche calcinó 1,5 hectáreas en la finca de Son Rubí, propiedad del constructor Antonio Gomila, continúa abierta y este martes se tomará declaración a posibles testigos del suceso, como el payés de la finca y agricultores de otras explotaciones próximas a los terrenos que resultaron afectados por el fuego.
Las pesquisas corren a cargo del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y de agentes de Medio Ambiente, al tratarse de un incendio ocurrido en una zona forestal.
El propietario de Son Rubí, Antonio Gomila, negó ayer que las causas del incendio pudieran haber sido trabajos propios de la actividad de la finca y mostró su extrañeza ante un fuego forestal de esta naturaleza en esta época del año. Gomila aseguró que «dentro de la desgracia nos sentimos afortunados, hemos tenido suerte de que no haya habido daños materiales ni catastróficos». Ante comentarios que se han difundido en las redes sociales, sobre el incendio y la posibilidad de que se recalifiquen los terrenos, Gomila negó rotundamente este extremo. «Todas las fincas que he comprado han sido para generar empleo», aseguró taxativo el empresario.