El torrente de infracciones impuestas mediante la nueva cámara fotográfica instalada en el acceso de la Plaça Reial por la calle Infanta va a permitir a la empresa que presta el servicio de vigilancia, Iris Control Systems, ingresar al menos 100.000 euros en los primeros dos meses y medio de trabajo en la ciudad.
El contrato entre la empresa y el Ayuntamiento de Maó establece que el servicio de vigilancia mediante cámaras se compensa con la percepción de un 57 por ciento del dinero efectivamente recaudado. Iris Control Systems presentó una rebaja de tres puntos porcentuales sobre la propuesta inicial en el procedimiento negociado en el que fue contratada.
Existen 4.660 infracciones sancionadas por las cámaras. El Ayuntamiento de Maó se ha acogido al artículo menos gravoso, por lo que se imponen multas de 80 euros, que se convierten en 40 si se abonan en un periodo inferior a los quince días. Salvador Botella, teniente de Alcaldía, explica que se está estudiando si los reincidentes en una misma infracción pueden pagar solo una, aunque comenta que la inmensa mayoría de los multados tienen un solo castigo.