El Consell insular espera recabar esta misma semana el visto bueno de la Secretaría de Estado de Turismo para poder prorrogar el plazo de ejecución del proyecto de acondicionamiento y apertura de las cuevas de Cala Blanca hasta fin de año.
El acuerdo de financiación vigente obliga a la administración insular a tener las obras acabadas en mayo, lo que ya resulta materialmente imposible. Aunque el propio alcalde de Ciutadella y el PP insistieron públicamente en febrero que este mes de abril que hoy se inicia empezarían las obras, la consellera de Turismo, Salomé Cabrera, fue ayer realista al admitir que «no será posible acometer los trabajos hasta una vez terminada la temporada turística». Y aunque tan solo se dispondrá entonces de un plazo de tres o cuatro meses, confía «en que dé tiempo».
«Ya llegamos tarde para empezar ahora, porque en abril y mayo -por la proximidad de las elecciones y de la temporada turística- no se pueden hacer obras», dijo la consellera.
De hecho, aún no se ha podido cumplimentar todavía la modificación del Plan General, que el Ayuntamiento empezó a tramitar en octubre, justo cuando -por un evidente «descuido» que trató de negar- había anunciado meses atrás que debían iniciarse las obras. Y aunque el alcalde «esperaba» tener listos todos los tramites «a finales de febrero», empieza abril con el informe de Recursos Hídricos todavía pendiente. «Hoy mismo hemos recibido el de telecomunicaciones, y ya tenemos los proyectos de obra civil y actividades muy adelantados, pero aún falta», asumió Cabrera.
Cuando, por fin, haya culminado toda la «compleja» tramitación, deberá aprobarse el proyecto de segregación y firmar los acuerdos de compraventa con cada uno de los propietarios afectados. Solo a partir de entonces podrán iniciarse las obras.
El presidente de ASHOME, Joan Melis, quien en febrero había solicitado al Consell una reunión urgente de la comisión de seguimiento del Plan de Dinamización (PDPT) para conocer las causas de tan importante retraso, ha acompañado a la consellera de Turismo en algunas de sus reuniones con la Secretaría de Estado. «Hemos aprovechado nuestra asistencia a ferias y realizado visitas ex profeso, y parece que han entendido que las causas están plenamente justificadas», apuntó ayer Cabrera. Así que, «pese a no haber recibido aún una contestación oficial», confía en una respuesta favorable «en los próximos días».