El texto definitivo del Plan de Autoprotección de las fiestas de Sant Joan que ya obra en posesión del Ayuntamiento de Ciutadella y que se dará a conocer en los próximos días contempla el establecimiento de dos filtros diferentes para regular el acceso a los Jocs des Pla.
El primero, formado por policías, impedirá el paso a personas que se encuentren en estado ebrio «o que puedan dar problemas», y requisará también aquellos objetos que se consideren peligrosos o puedan utilizarse como «proyectiles». De igual forma, los agentes disuadirán e informarán a quien vaya sin el calzado o las condiciones más apropiadas.
El segundo filtro, más próximo a Es Pla, será regulado directamente por vigilantes, informadores o auxiliares de seguridad, que se servirán de clickers para pulsar este dispositivo cada vez que cruce una persona y contar así la afluencia total de asistentes. El recuento de los diferentes filtros será centralizado en la unidad de mando, donde el jefe de operación encargado de supervisar todo el operativo de seguridad mirará que no se sobrepase el aforo (que, se acordó, será superior a las 20.000 personas). Pero incluso si entra más gente, decidirá tras consultar a sus asesores si se guarda el pasillo suficiente o se reúnen las condiciones necesarias para dar luz verde a las carreras.
En este sentido, la megafonía adquirirá una mayor relevancia para advertir a los asistentes de que abran paso o para informar tanto al público como a los cavallers de la qualcada sobre las incidencias que se registren. El objetivo que se persigue es evitar las situaciones de confusión o incomunicación que se produjeron tras el accidente mortal del año pasado, incluso entre los propios efectivos de seguridad. Con este fin, también se ha mejorado el sistema de comunicación entre Policía, ambulancias y voluntarios.
El sistema de filtros, impuesto por la Dirección General de Emergencias frente a las barreras de control de acceso que había propuesto en un primer momento la empresa que redacta el plan (Grupo Team), pretenden «evitar elementos fijos en Es Pla, a fin de que, si se produce un desalojo, éste sea más fluido». Así lo reseñaron ayer las concejales encargadas de coordinar la seguridad de las fiestas, Juana Mari Pons y Esperança Juaneda, quienes negaron también que Emergencias «haya cuestionado» el sistema de acreditaciones que se proyectó.
De hecho, ambas ediles recuerdan que en el Plan de Autoprotección de las fiestas de Sóller ya se ha aprobado un sistema de acreditaciones, mediante pulseras a cinco euros. No obstante, y ante la «falta de consenso» con la oposición, se ha optado por un modelo alternativo de acceso.
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