Un total de 1.344 menorquines aguardan para ser intervenidos quirúgicamente en el hospital Mateu Orfila. Esta es la cifra de la lista de espera a fecha de 30 de junio, y que ha sido dada a conocer por el director general del IB-Salut, Juli Fuster, este martes. Esta cifra representa un incremento del 24,6 por ciento respecto a junio de 2011.
También aumenta durante este tiempo el número de pacientes que esperan una prueba radiológica, que han pasado de 2.719 a 3.227 (un 32,6 por ciento más). En cambio, ha disminuido, y de forma considerable el número de personas que esperan para la consulta de un especialista, de 4.343 en junio de 2011 a 2.744 del mismo mes de este año (un 36,8 por ciento menos).
En el conjunto de Balears, el tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica es de 104,65 días en Baleares, cifra que supone un aumento del 9,7 % respecto a la demora media en las mismas fechas del año pasado, del 92,66 % respecto a junio de 2011, y que incluye a 556 personas que llevan más de un año esperando.
Según Fuster, "los datos no son buenos y sin el gran esfuerzo de los profesionales serían mayores".Fuster ha recalcado que estas listas de espera no afectan a patologías urgentes o muy graves que "tienen respuesta casi inmediata en el sistema sanitario público, con demoras inferiores a un mes". Fuster ha anunciado que el Ib-Salut está elaborando un plan de choque que contempla medidas a corto, medio y largo plazo, para reducir estas listas que "reflejan a personas que esperan, que sufren, están pendientes, que lo saben y con quienes nuestra obligación es hacer todos los esfuerzos necesarios para mejorar la situación", ha asegurado. El plan incluye tres niveles de actuación: la mejora de la eficiencia actuando sobre el tiempo directo de las intervenciones y las agendas y comprobando que todos los quirófanos están operativos; medidas internas de verificación de datos y comprobación, y una mejora de la coordinación entre los niveles asistenciales, empezando por aumentar la capacidad resolutiva en Atención Primaria para reducir las derivaciones. "Si es necesario se tendrá que hacer actividad extraordinaria", ha dicho el director del Ib-Salut, que no descarta la posibilidad de concertarla pero ha abogado por intentar paliar la situación mediante los recursos propios de la sanidad pública y "recurrir a la concertada si no fuera suficiente". Ese esfuerzo extra "pueden ser horas de atención por la tarde", ha dicho Fuster, si bien se está estudiando cómo organizarlo. "Si eso no basta, habrá que hacer actividad extraordinaria y se tendrá que remunerar", ha afirmado. "Por muchas horas extraordinarias que pudiéramos poner, esto no se corrige en un mes ni en dos", ha advertido el responsable del Ib-Salut, quien ha recordado que "es un objetivo de legislatura" recuperar el decreto de garantía de demora (que permitía a los ciudadanos recurrir a la sanidad privada y reclamar su pago sin coste si se superaba una espera límite). "Me atrevería a decir que sí que vamos a hacer el decreto de demora, aunque ahora entendemos por qué se suprimió. Tendremos que verlo en función de cómo vayan evolucionando estas ratio pero sí es un objetivo de legislatura", ha asegurado Sería "en condiciones similares al anterior" aunque "con alguna matización" en relación con las patologías y con el tipo de paciente. "Me gustaría que se tenga en cuenta la actividad laboral de la persona, sobre todo en procesos traumatológicos", ha detallado.