Se cumplen 70 años de la explosión de la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, que provocó 140.000 muertos, al final de la II Guerra Mundial, en 1945.
Setenta años después de esta masacre, ahora se pueden simular los efectos de la detonación de esta bomba nuclear en cualquier lugar del mundo.
Ello es posible gracias a dos aplicaciones en Internet que calculan el alcande de las explosiones. Una es la que alberga el sitio PRI The World, en la que se simula la explosión de la denominada 'Little Boy', la de Hiroshima, con una carga de 12,5 kilotones.
Pues bien, si hubiera caído sobre Maó, hubiea afectado toda la ciudad, con probabilidad de muerte del 90 por ciento en un radio de casi un kilómetro y un 70 por ciento en un radio de 1,6 kilómetros. También en un radio de casi cinco kilómetros (es decir, Sant Lluís, Es Castell, Llucmaçanes, Sa Mesquida o Cala Llonga), afectaría a los edificios, y un un radio de 20 kilómetros, que comprendería Es Migjorn, Es Mercadal y Fornells, los edificios se salvarían pero los cristales se hubieran roto. Por tanto, la onda expansiva hubiera llegado hasta Es Mercadal.
En cambio, si la bomba hubiera detonado sobre Ciutadella, su alcance hubiera llegado hasta Ferreries. La destrucción sería mayor si la explosión fuera sobre Es Mercadal, pues casi alcanzaría toda la Isla, a excepción de Ciutadella y Sant Lluís.
Pero existe otro simulador, que se halla en el sitio Nukemap, programada por el historiador nuclear del Instituto de Tecnología Stevens (Nueva Jersey) Alex Wellerstein, que permite elegir entre más de una treintena de bombas atómicas que ya han detonado en diversas partes del mundo.
Esta aplicación, además, cuantifica los daños humanos de las detonaciones. En el caso de Ciutadella, se calcula que la de Hiroshima habría causado un total de 6.730 muertos y más de 6.890 heridos afectados por la radiación nuclear. En Maó provocaría 5.660 muertos y 4.320 heridos y en Es Mercadal, 780 fallecidos y 140 heridos.