El próximo sábado 22 de agosto se debía llevar a cabo la celebración de las fiestas de Cala Alcalfar, pero la prohibición de la Conselleria de Medio Ambiente de realizar el tradicional acto de iluminación de la costa con botes de refresco llenos de estopa y gasóleo, por el elevado riesgo de incendio, ha encendido los ánimos.
El Ayuntamiento de Sant Lluís se reunió con l'Associació de Veïns el miércoles por la noche, tras conocer la noticia, y propuso como alternativa el uso de luces led. Un coste que sufragaría el propio consistorio. La medida fue descartada por parte de los vecinos.
La presidenta de la Asociación de Vecinos, Mari Mercadal, lamenta la «nula flexibilidad del ayuntamiento» y explica que «las luces led son pequeñas y no sabemos como quedarían». Quedan pocos días y llevan trabajando en ello tres meses. Explica que «si 10 días antes nos prohíben hacer este acto supondrá una conmoción». Mercadal reconoce que «hay un cierto riesgo, pero queremos aumentar la seguridad, hace 50 años que se hace y nunca ha pasado nada».
Por su parte, la alcaldesa de Sant Lluís, Montserrat Morlà, se muestra comprensiva con la decisión de los vecinos. «La magia que tiene el fuego no es lo mismo que las luces led. Aquella preparación, las antorchas, es difícil de sustituir». Comparte la indignación y la emotividad del acto, pero recuerda que debe ceñirse a la normativa que prohíbe el uso de fuego en zonas forestales en estas fechas.
Nueva reunión
A última hora de la noche de ayer estaba convocada una nueva reunión entre las partes implicadas. Conselleria de Medio Ambiente, Ayuntamiento y vecinos de Alcalfar debatirán para tratar de encontrar una posible solución.