Los reyes de España compartieron este viernes con los habitantes de San Agustín la celebración del 450 aniversario de la fundación de esta ciudad, en la que Felipe VI agradeció públicamente el afecto dispensado por la población y su interés en preservar la herencia española, que incluye los cimientos puestos por una amplia colonia de menorquines que, en 1777, se instaló en esta localidad, llegando a representar el 64,4 por ciento de su población tan solo siete años después.
Durante esta visita, don Felipe y doña Letizia han saludado, uno a uno, a los miembros de la expedición menorquina desplazada a San Agustín, con los que se han fotografiado después frente al monumento del padre Pere Camps.
Antes, desde el mismo balcón de la Casa de Gobierno en el que se habían dirigido al pueblo hace catorce años sus padres, los reyes Juan Carlos y Sofía, Felipe VI había dedicado unas palabras de agradecimiento, en inglés y español, por el caluroso recibimiento y el cuidado demostrado en la conservación del legado español.
Decenas de vecinos que aguardaban a los reyes -junto a algunos españoles, entre ellos la delegación menorquina en la Plaza de la Constitución, engalanada con banderas, respondieron enseguida con entusiastas vivas a España, al rey y a Asturias, tras rubricar con aplausos muchas de las frases de don Felipe, quien fue presentado en el balcón por un voluntario que interpretaba a Pedro Menéndez de Avilés.
Tras destacar que la ciudad es «un verdadero símbolo» de los lazos que unen a España y EEUU, el Rey se declaró impresionado por lo bien que sus ciudadanos han preservado el patrimonio español, y rindió homenaje al almirante que fundó en 1565 el asentamiento europeo más antiguo del actual territorio de EEUU. Recordó, además, que la ciudad está hermanada a Avilés y a Menorca y animó a españoles y estadounidenses a estar orgullosos de sus vínculos históricos, unidos por un pasado inspirador y «un prometedor futuro como amigos y aliados», señaló.
Cabe recordar que en la segunda mitad del siglo XVIII partieron de Maó 1.403 menorquines, que fundaron Nueva Esmirna y que el primer alcalde de San Agustín se apellidaba Parpal, linaje muy común en Menorca.