Los diez establecimientos que la cadena Tres pans tiene en Menorca no subieron el lunes la persiana. La empresa decidió que era el momento de cerrar, tras cuatro años de actividad, tras la imposibilidad de hacer frente a la feroz competencia de los supermercados. Su gerente, Desiderio González, expone que la apertura de nuevos supermercados «hace que sea imposible competir en precios». Explica que la elaboración artesanal del pan implica unos costes más altos, que hacen imposible poderlo ofrecer a precios competitivos, lo que les ha llevado a un descenso notable de ventas. Por su parte, la portavoz de la empresa, Yolanda Parladé, añade que desde que los súpers abren los domingos «el pan congelado se come todo el mercado» y lamenta que hay quien «vende por debajo del coste de producción».
La decisión de cerrar la empresa afecta a 26 trabajadores, contando dependientes y panaderos. Parladé declara que los trabajadores se encuentran actualmente de vacaciones, a la espera de resolver el cese definitivo de la actividad empresarial y asegura que ayer mismo cobraron la nómina de septiembre.
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