Fin del culebrón. Tras dos meses de rifirrafes entre Govern y Podemos, el dirigente socialista menorquín Francisco Fernández Terrés ha salido indemne. Podemos ha perdido este martes en el Parlament la votación que exigía el cese del gerente de Sitibsa y ya había anunciado que de no ser respaldado dejaría la cuestión a un lado.
Podemos en el punto de la moción que se instaba al Govern a cesar a Terrés solo ha conseguido doce votos a favor, con el apoyo de sus diputados y de los dos de Ciudadanos (C's). El PP y el PI se han abstenido, mientras que los partidos del gobierno (PSOE, Més per Mallorca y Més per Menorca) se han posicionado en contra.
El portavoz de Podemos, Alberto Jarabo reiteró «la falta de confianza política y ética» de Terrés, por «su dudosa biografía» vinculada en los casos «Estribor» y «Vilarrubí», cuando era concejal de Urbanismo de Maó.
La diputada de C's, Olga Ballester calificó el nombramiento de Terrés de «enchufismo» y remarcó que «la trayectoria política de un cargo público tiene que ser ejemplar», tras insinuar que la de Terrés no lo había sido.
El PP optó por la abstención en este punto. Juan Manuel Lafuente alegó que no quería entrar «en este pulso entre Podemos y el Govern», para asegurar que hay nombramientos más polémicos, como el del marido de la consellera de Salud. Por su parte, Jaume Font del PI fue muy crítico con Podemos, a quien le pidió que se definiera si está con el Govern o está en su contra.
Desde el PSOE, Isabel María Oliver defendió la idoneidad de Terrés y acusó a Podemos de «hipócritas», por «no hacer lo que pregonan». Más moderados contra Podemos se mostraron Més per Mallorca y Més per Menorca. David Abril calificó la moción de «ruido innecesario» y Patrícia Font (de Més per Menorca) emplazó a Podemos a «mirarse en el espejo antes de hacer críticas».