Un mes después de la puesta en marcha del nuevo horario de los centros de salud, que obliga a los médicos a visitar también por las tardes, los profesionales advierten que el servicio está colapsado. Lo achacan, principalmente, a la «infrasustitución» que padece la atención primaria, es decir, a la falta de relevo de aquellos facultativos que se encuentran de baja, un hecho que se acentúa en el mes de diciembre debido a las vacaciones de Navidad.
Esto provoca una reducción de la plantilla que obliga a los profesionales a atender más pacientes, lo que tiene una mayor afectación en los centros pequeños, ya que las ausencias inciden más sobre la actividad diaria que en los hospitales, que cuentan con más personal.
Todo ello causa «sobrecarga de trabajo y una merma en la calidad del servicio», asegura Elena Muñoz, secretaria de la junta de personal del Área de Salud de Menorca y vocal del sindicato médico Simebal, quien también explica que el compromiso del IB-Salut era sustituir el 100 por cien de las bajas. Denuncia que en Ferreries, por ejemplo, tan solo se han cubierto el 50 por ciento de las ausencias, una cifra que ni siquiera alcanzan en Es Castell.
Otro de los motivos que argumentan los trabajadores es que la puesta en marcha del nuevo horario coincidió con un mes «muy delicado» como diciembre, en el que muchos profesionales cogen vacaciones y donde se produce un incremento de las enfermedades respiratorias por la llegada del frío.