Coger un avión ha dejado de ser en los últimos años una cosa relativamente esporádica, cara y exclusiva para estar al alcance de la mayoría de la población. La aparición de las compañías de bajo coste y la reducción generalizada del precio de los billetes han provocado que las aerolíneas se las ingenien para aplicar condiciones que incrementen el precio final o limiten el servicio. Un hecho que a menudo genera quejas entre los usuarios, que desconocen la existencia de dichas cláusulas.
De hecho, el Govern resolvió el año pasado 14 expedientes por quejas en el transporte aéreo que concluyeron con sanciones por valor de 70.900 euros. Las aerolíneas afectadas son Ryanair, Vueling, Air Europa e Iberia. Precisamente, Iberia acumula denuncias por la aplicación de la cláusula 'no-show', que impide al pasajero tomar el vuelo de retorno si no ha cogido el vuelo de ida.