El lunes la Comisión de Gobierno del Consell aprobó la rescisión del contrato con la UTE que ejecutaba la reforma de la carretera general entre Maó y Alaior, el martes se comunicó formalmente a la empresa y el miércoles, sin más demora, comenzaron los trabajos para implantar las medidas de seguridad que mejorarán las condiciones de circulación por la Me-1 mientras se elabora el nuevo proyecto, adecuado a las premisas del nuevo equipo de gobierno.
Como operación más vistosa, esta semana se está procediendo a la retirada del enconfrado del tablero de la estructura de hormigón que debía servir de base para el enlace a doble nivel a la altura de la urbanización de La Argentina. Estas estructuras (también se levantó la de Rafal Rubí) quedarán cerradas. Las medidas de seguridad, ejecutadas por la misma UTE, costarán unos 135.000 euros y deben estar listas en un mes.