El desánimo que vive en estos momentos el sector primario no se ha traducido en una menor presencia en la cita agraria por excelencia. La Fira del Camp de Alaior mantiene el pulso tanto en número de ganaderías como en reses, a pesar de que «el sector esté desengañado», en palabras del presidente de la Asociación Frisona Balear, Joan Coll. Según señala, los ganaderos se han visto en la necesidad de «hipotecarse más» porque dependían de las ayudas de la PAC en un año nada bueno en pastos. Las compensaciones no llegan «y los animales siguen comiendo», agrega. A ello, suma la situación de sequía que ha obligado a comprar más comida. Coll lamentó las falsas promesas del Govern sobre la fecha de pago de las ayudas. Además, denunció el anuncio de que va a pagar una parte de lo que comen las vacas, porque la medida solo afecta a las reproductoras, «cuando las de menos de dos años también comen».
A pesar de ello, Alaior vivirá de nuevo este fin de semana la cita más importante del sector. Participarán 38 ganaderías, una menos que las que se inscribieron el año pasado, y 181 reses, tres menos que en 2015. El concurso morfológico contará con una serie de actividades complementarias que convertirán Alaior en visita obligada. 71 empresas y entidades, así como cinco bares, ocuparán un espacio expositivo de más de 10.000 metros cuadrados, superficie que vuelve a crecer en unos 2.000 metros. Se incorpora el antiguo matadero municipal que acogerá la muestra de fotografías de familias ganaderas. Este año la Fira alcanza su trigésima edición.
Joan Coll avanzó que hay posibilidades de que algún ejemplar menorquín participe en el campeonato europeo que se celebrará en junio. El certamen menorquín es el tercero más importante de España. Estará presidido por el juez asturiano Francisco Javier Freije.