Entrar en el mercado turístico a través del alquiler vacacional tendrá un coste de 3.500 euros por plaza. Esa es la idea que manejan el Govern y el Consell para la nueva Ley Turística, según expusieron los consellers Biel Barceló y Santiago Florit en una reunión mantenida esta semana con la ejecutiva de PIME.
La regulación de los alquileres turísticos se realizará, por tanto, desde una visión hotelera, advirtió un empresario, ya que se igualaría el coste por plaza de un hotel al de un piso o vivienda, que es la propuesta que había planteado la Federación Hotelera de Mallorca en la pasada ITB de Berlín.
La medida, sin esa cuantificación todavía, aparece en el borrador de la Conselleria de Turismo del Govern, vinculada al cupo de plazas y al cómputo de las mismas. Señala que «aquellos que no hubiesen tenido que pagar por tener plazas turísticas no podrían comercializarlas», tendrían que comprarlas a alguien que sí pagó por ellas o al consorcio que gestiona la bolsa de plazas.