La reforma del antiguo hospital Verge del Toro se antoja cada vez más complicada. Así se desprende de la reunión informativa que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó mantuvo el lunes por la tarde con vecinos de Tanques del Carme, a iniciativa de la asociación de vecinos. La alcaldesa Conxa Juanola reconoció que el asunto avanza más lento de lo previsto, con numerosas trabas.
Juanola comentó que todavía no se conoce el estado real del edificio. No hay estudios exhaustivos previos (se busca uno de los años 80) y el IB-Salut todavía no ha atendido su petición de llevar a cabo un informe arquitectónico actual al detalle. «No somos capaces de hacer que vengan los técnicos, es muy complicado saber el punto de partida, no sabemos de lo que estamos hablando». Insistió en ello. Desde el IB-Salut informaron ayer que el estudio en cuestión se ha encargado ya al departamento de patrimonio, pendiente de ejecutar.
Se intuyen cosas. El arquitecto municipal Xavier Tolós indicó que las patologías existen, y parecen graves, pero que aún así el edificio admite una reforma. Se refirió en concreto al mal estado del ala norte, que podría ser inhábil. Los representantes municipales, pese a la falta de información y a que no son competentes en el edificio, reconocieron que se plantea una demolición parcial, que afectaría a plantas enteras o a la débil ala norte. Un vecino recomendó la demolición total y se habló de explotación privada, opciones que Juanola rechazó en estos momentos pero no descartó analizar en un par de años si no se ha avanzado algo. «Es pronto para arrojar la toalla».
El arquitectónico no es el único punto de conflicto al que se enfrenta el proyecto. Está el legal, con un edificio con una reversión al Estado iniciada por el Govern del PP y casi frenada en estos momentos (desde el IB-Salut aseguran que el proceso no ha concluido), con cargas fiscales que se traducen en unos 200.000 euros de IBI pendientes de pago que desde la Comunidad Autónoma quieren analizar y tratar con calma, puesto que se han generado sin actividad sanitaria en el edificio, por lo que entienden que podrían no corresponderles. Todo esto se adereza con una cesión del solar municipal en 1946 no resuelta, la anexión física y jurídica al ambulatorio en activo, un Gobierno central en funciones, y otras cuestiones nada sencillas de solventar.