La nueva depuradora de Addaia, cuyas obras han sido adjudicadas a la empresa Drace Infraestructuras, tiene que estar finalizada en octubre de 2017. En caso de que se cumplan los plazos será una realidad 15 años después de que el Ayuntamiento de Es Mercadal empezara a hacer las primeras gestiones.
Será posible gracias a una inversión de 8,15 millones de euros procedentes del Ministerio de Medio Ambiente. Pero una vez finalizadas las obras, la infraestructura necesitará una inversión constante. Concretamente, se prevé que el coste de la explotación y mantenimiento de las instalaciones ascienda a 557.000 euros anuales, según detalla el informe de viabilidad de la depuradora. De ellos, la mayor parte serán para pagar energía (321.000 euros). En cuanto al resto de gastos, destacan, entre otros, los 76.000 euros anuales para los reactivos, 72.000 euros para la gestión de fangos y cerca de 40.000 euros para personal.
El Ministerio contempla que una vez terminadas las obras, «se encomiende la gestión» de la depuradora al órgano competente, en este caso la Agencia Balear del Agua (Abaqua) dependiente del Govern, para que «asume estos costes de explotación y mantenimiento», y si lo considera necesario los «repercuta en la tarifa que se cobra a los usuarios».
La empresa adjudicataria, además de construir la estación depuradora (situada entre Addaia y Coves Noves), también se encarga de las diversas obras de conducción y de las estaciones de bombeo, así como de la instalación de el emisario marítimo terrestre, que contempla la obra.
El emisario es la conducción con la que el agua depuradora se vierte al mar. Tendrá 5.350 metros, de los cuales 2.000 serán marinos y 3.350 terrestres. El emisario irá enterrado a 15 metros de profundidad. El tramo terrestre finaliza en la estación de Son Parc y transcurrirá por el interior del torrente, evitando afectar al sistema dunar. El emisario llegará hasta la playa desde donde se iniciará el tramo marino. El principal inconveniente, apunta el informe, es que «las aguas depuradoras se verterán en una zona de Lugar de Interés Comunitario (LIC)», aunque destaca que el agua se verterá lejos de las praderas de posidonia, por lo que éstas no se verán afectadas.