El campo de golf de Son Parc puede ser la solución preventiva al problema que se avecina con el vertido al mar del agua de la futura depuradora de Addaia. Manuel Campanero, promotor de esta instalación deportiva, asegura que está interesado en el agua depurada para regar el campo, operación que podría absorber más del 90 por ciento de la producción de la EDAR de próxima construcción. «Estamos negociando con Recursos Hídricos para aprovechar el agua, tenemos que hacer números también de costes, pero si todo sale como esperamos, el emisario no realizaría ningún vertido», afirma Campanero.
El campo de golf se riega ahora con el agua procedente de la depuradora de Son Parc y la del Arenal d'en Castell, dos pequeñas estaciones que serán absorbidas por la nueva EDAR, que ha de dar servicio a todos los núcleos turísticos de la zona: Son Parc, Arenal, Punta Grossa, Coves Noves, Na Macaret y Port d'Addaia.
El uso del agua depurada tiene una prelación que favorece, por este orden, el uso agrícola, el industrial y el deportivo. Campanero reconoce que puede haber otros intereses con más derecho al uso del agua depurada y muestra disponibilidad a absorber el 90 por ciento de la producción de la depuradora, «solo podemos regar con agua depurada, claro que nos interesa y, si además resolvemos el problema del emisario, mucho mejor», señala. Además de ese requisito, los campos de golf en las Islas pagan un canon de 20.000 euros al año.